Un Toyota diferente
Hernán Charalambopoulos - 20/10/2010Para hablar de uno de los coupés con más personalidad que hayan dado los setenta en Asia tenemos que remitirnos indefectiblemente a los orígenes de su nombre: El Toyota Crown, es uno de los primeros sedanes de lujo japoneses, ya que bajo esa denominación existe desde comienzos de los años cincuenta, época desde la que son utilizados como autos de flota en empresas y como taxis (en Tokyo, se podría decir que nueve de cada diez taxis son Toyota Corona)
Sin embargo, por esta vez dejaremos a los miembros del CCCP (club coleccionistas cuatropuertas) con las ganas de describir a uno de los más emblemáticos miembros de su singular cofradía, para meternos con la versión coupé de la cuarta generación del modelo Crown, nacida en 1971, y discontinuada en 1974.

Efímera pero intensa la existencia de esta generación marcó el debut de la carrocería de dos puertas sobre el chasis alto de gama de la marca. Es más, Crown es una marca en sí misma ya que estos modelos no llevan el escudo de la marca en la parrilla, sino una corona, de dudoso gusto, que representa el linaje superior del vehículo en cuestión respecto al resto de la gama. Una suerte de embrión de lo que luego sería Lexus, pero que perduró en el tiempo y limitado a un solo modelo y no a una entera gama.
Línea americanizante, pero con toques de vanguardia, y un estilo definitivamente personal, enmarcan las formas de este coupe que impulsado por dos motores de 2.0 y 2.6 litros en cuatro y seis cilindros, representa uno de los mayores flops de la marca en al mercado americano, ya que solamente estuvo en catálogo durante dos temporadas en el país de los autos grandes.
A todas luces, este Crown coupé parece un muy buen experimento y hoy en día lo definiríamos como un auto de lo más “cool”, así como su nieto el Cressida Coupé del que muy pocas unidades llegaron a Argentina en épocas del ministro orejón. Sin embargo el Crown coupé tiene un vértigo que el Cressida no tiene y quizás su huracanado estilo de plantas superpuestas con paragolpes en forma de cuernitos hacia arriba que envolvían parrillas embutidas, parantes que desaparecían, y salidas de aire hacia ningún lugar, hayan servido de excusa a los dirigentes japoneses para seguir haciendo autos aburridos durante décadas, ya que las veces que intentaron hacer algo distinto el mercado les dio la espalda.
Categorías: DiseñoFecha: 20/10/2010
Otras notas que pueden interesarle
Pequeño Bugattista oriental
Mi nombre es Jorge Sanguinetti, oriental casado, 47 años. Soy hijo de Jorge Sanguinetti, pero no se preocupen porque mi hijo se llama Martín. La historia es así: el tío de mi padre, el Dr. Abelardo Sáenz, un destacado médico, fue a Francia a trabajar con Luis Pasteur, o un discípulo de él, no estoy […]
Lectores RETROVISIONES20/04/2010 5 Comentarios
266 días, 266 clásicos
Hola amigos, este vehículo se encuentra desde hace unos cuantos años en una casa cercana a la entrada lateral del Parque Industrial «La Cantábrica», en Morón. Se trata de un Nash Metropolitan, un auto muy inusual en nuestro país (yo he localizado tres hasta el momento incluyendo este). Se trata de un modelo que iba […]
Ernesto Parodi16/03/2011 8 Comentarios
745 días, 745 clásicos
Studebaker Champ, Juan Benito Blanco y Dr. Espínola, San José de Mayo, San José, Uruguay.
Diego Speratti11/05/2013 6 Comentarios
Domingo temprano
Domingo nueve de la mañana, bajando de casa para ir a buscar el auto. Tenía que pasar a buscar a Giancarlo, gran amigo, ex compañero de trabajo en Lancia y hoy, nuevamente compañeros bajo bandera china, para ir a revolver juntos un mercado de pulgas. No pasa todos los días eso de toparse con unas […]
Hernán Charalambopoulos06/12/2012 13 Comentarios
James Dean lives in Botafogo
«Cuando sale a la calle el domingo, caminando para ir al cine…». Eh… al pasar por delante de un edificio residencial en Botafogo, el número en la puerta parece muy familiar… ¡Qué increíble, el mismo 130 del Little Bastard! Espero que los residentes tengan mejor suerte que el dueño del 550 Spyder (con asociaciones así, […]
Jason Vogel05/08/2010 4 Comentarios
12 días, 12 clásicos
Mercedes-Benz pilotado desde Holanda hasta el Concurso de Elegancia de Villa D’Este por su propietario y acompañante. Las pieles, según declaró el conductor, sirvieron para cubrirse del frío durante la travesía. Andáaaa…
Hernán Charalambopoulos04/07/2010 6 Comentarios
Fotografei você na minha Rolleiflex…
Desafinado de Botafogo, quería retomar la sección «Te acordes hermano» de RETROVISIONES y quizá me puedas ayudar con estas tres imágenes que aunque no fueron hechas con una Rollei, me trajeron inmediatas saudades… El amigo Horacio me prestó unas 200 fotos blanco y negro conseguidas en anticuarios y pulgueros rioplatenses que digitalicé y ahora estoy […]
Diego Speratti27/03/2014 3 Comentarios
Los 100 de Pietsch
Paul Pietsch es el piloto Grand Prix sobreviviente de mayor edad que está cumpliendo en estos días, CIEN redondos. Él es el misterioso personaje en el libro de Neubauer «Hombres, Mujeres y Motores» cuya mujer se va con Varzi.
Federico Kirbus21/06/2011 20 Comentarios
El hijo del viento
El Peugeot 202 Darl´Mat de récords me fascinó toda la vida, y su sola mención remueve mi natural fanatismo por este auto con formas puramente aerodinámicas y ultra modernas. Su diseño no tiene absolutamente nada de casual. Responde a un proyecto, cuyo móvil iba más lejos que la mera competencia. La marca lograda es el […]
marbadan25/08/2012 4 Comentarios
829 días, 829 clásicos
Si uno piensa: «auto italiano, diseñado por Marcello Gandini y carrozado por Bertone», cualquier cosa se le viene en mente menos este honesto Innocenti, también llamado «Mini Bertone», o “Minitre”. Empezó su producción en el ’74 para reemplazar al tradicional y clasico “Mini” ya que con la línea Gandini/Bertone ofrecía, en aquel período, un fuerte toque de modernismo, […]
Qui-Milano23/10/2013 2 Comentarios
579 días, 579 clásicos
Opel Käpitan c. 1950, Avenida Solano López y Rivera, Montevideo, Uruguay.
Diego Speratti30/05/2012 8 Comentarios
85 días, 85 cachilas
Chevrolet 1928 chatita, Cruce Ruta 1, Ecilda Paullier, San José, Uruguay.
Diego Speratti15/09/2010 8 Comentarios







![_MG_2205 [1024x768] copy](https://www.retrovisiones.com/wp-content/uploads/2013/11/MG_2205-1024x768-copy.jpg)












Mariana
un hermoso auto.
250ss
Caño… Lástima que se parece al «Mustan» de atrás.
Mariana
jaja!! bue..
Coraje
FORD: Fabricacion Or…. Rot… Diaria.
Es cierto parece un «Mostang», lo ves de atras si vas en Chevy.
♥ mi Toro con toda la ♫
Mariana
F ortaleza
O mnipotente
R obustez
D urabilidad
(ctas veces lo escribi a esto?)
el auto q vemos en imagénes es un TOYOTAA! no Ford
VIVIANA01
mas q un mustang, parece un torino
Tete
Pasto que pisa este FORD no come ningun chivo..chevrole..no esistis
Coraje
Lo sabia distinto.
Se lo escuche en un ♫ recital a Juan Antonio Ferreyra, JAF:
«el Ford es el pastito que come mi Chivo ♥» .
Mariana
eso quisieran…
DBU
El perfil me recuerda un poco al Toronado (GM)
BMW-Isetta
«Para el olor a chivo, desodorante Ford» (escrito en la caja de un fordcito F-7000 hace ya varios años…) Saludos, Ernesto M. Parodi.
Fuoripista
JAF y el chivo no existen…
Fuoripista
El «escalón» de la trompa es la parte que no concuerda con mi gusto, igual me resulta simpático. Tiene algo del Ford Torino, del Toronado y hasta del Mustang (concuerdo con algunos panelistas) quizás producto que los diseñadores japoneses querían «llegar» al público americano.
Eirwal
El Crown no fue el único «flop» de este tipo. Sucedió en varias oportunidades en que europeos o japoneses quisieron hacer su interpretación de los que era el gusto y el styling americano, generalmente pifiándole fiero, empezando por el Austin America en la inmediata pos-guerra.
a-tracción
…de acuerdo a esa premisa, Ford creo el Capri y Opel el GT para emular el Mustang y el Corvette.
250ss
Te estás olvidando del Manta, una coupé que ridiculizó inmediatamente la nariz de pinocho del Capri…
Eirwal
Gabriel:
Si al hablar de «esa premisa» te referías a mi post, creo que el Capri y el Opel GT recorrieron el camino inverso: tomaron algunos «cliches» americanos (styling cues), los reprodujeron a escala 7/8 o 3/4, se los ofrecieron a los mercados europeos y éstos ¡compraron los productos!
Brevemente, teorizo: el mercado americano no aceptó la re-interpretación y achicamiento (¿emasculación?) foránea de sus diseños; Europa, en cambio, comprendió que había lugar para una re-interpretación a escala de los «pony cars», pseudo-deportivos bonitos y baratos. El Crown, con un 4 cilindros de 2 litros (por ejemplo), debía competir desigualmente con Mustangs, Camaros, Firebirds, etc. que eran cada día más grandes y potentes; el Capri se las podía arreglar tranquilamente ofreciendo un plus de pinta por encima del sedán 4 puetras del que se nutría. Con lo cual repetía el círculo virtuoso del Mustang-parido-del-Falcon.