Estás rodeado, Kübelwagen…
Jason Vogel - 18/10/2010
Hace dos años escuchamos por primera vez algo sobre la réplica brasilera del Kübelwagen. Alexandre Penatti, un ingeniero de Itu, en el interior de San Pablo, estaba reproduciendo en su taller el jeep militar con mecánica Volkswagen que fue usado por las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial.
Proyectado por Ferdinand Porsche, el Kübelwagen Typ 82 era un valiente en el frente de batalla, gracias a su motor trasero refrigerado por aire; no le subía la temperatura en el desierto del Sahara ni tampoco se quedaba congelado en las maniobras estratégicas en campo ruso.
Muy liviano (750 kilos) y con fondo plano, superaba escollos sin necesidad de una transmisión 4×4, sistema que sí ayudó a construir la fama de su rival norteamericano, el Jeep Willys.
A lo largo de la guerra, transcurrida entre 1939 y 1945, fueron fabricados alrededor de 50.000 ejemplares del Kübelwagen, pero la inmensa mayoría fue destruída en las batallas e incluso después de que Hitler fuera derrotado. Los que sobrevivieron, hoy son muy buscados por los coleccionistas.
La mecánica para hacer una réplica fiel de este vehículo de guerra alemán no escasea en Brasil –todavía hay montañas de Fusca y Brasilia rodando por ahí-. Pero… ¿y la apariencia?
Entusiasmados, le enviamos las fotos del prototipo hecho en el 2008 a João Barone, el baterista del grupo de rock Paralamas do Sucesso, nuestro consultor sobre vehículos de la Segunda Guerra. Su veredicto en cuanto a la apariencia de la réplica no fue nada bueno. Aquello fue un baldazo de agua fría, y así se pasaron dos temporadas sin novedades.
Algunas semanas atrás, Penatti nos envió imágenes de su Kübelwagen más reciente –el cuarto realizado en el pequeño taller de Itu-. Pintado de gris, el bicho lucía muy bien presentado y mucho más fiel al original que el primer prototipo.
Esa vez Barone se animó y quiso ver la réplica de cerca. Coordinó todo para cuando le tocaba dar una serie de shows en San Pablo, y cuando quisimos darnos cuenta, ya estabamos subidos a un avión, ansiosos de tomar por asalto al vehículo germano-ituano.
Fuimos recibidos en el aeropuerto de Campinas por el parlanchín Penatti, que empezó a contarnos la historia: “Ni enterado estaba de la existencia del Kübelwagen hasta que encontré una foto en un libro, y me volví loco. Casi de inmediato, resolví hacer uno”.
Jeepero y fabricante de kits para Buggy, Penatti consiguió más fotos del vehículo alemán y también sus medidas originales.
La construcción comienza por un esqueleto de metal, que luego es revestido por láminas de acero dobladas. Los distintos pliegues de la chapa, originalmente estampados, son reproducidos en esta réplica con la ayuda de reglas metálicas. Los guardabarros, en cambio, se fabrican en fibra de vidrio.
Al mismo tiempo, una plataforma de Fusca o de Brasilia es preparada para ponerse la ropa del Kübelwagen. Retenes, frenos, gomas, todo es revisado e incluso cambiado. El motor va a parar a la rectificadora.
Neumáticos para barro Maggion, en medida 5.60 x 15 pulgadas, son montados en llantas hechas específicamente para este vehículo.
Cuando la parte mecánica está lista, es hora de montar la carrocería –es mucho más liviana que la de un Fusca-. “Se necesitan sólo dos hombres para levantarla y colocarla”, cuenta Penatti. Dos hombres que equivalen al personal completo en el taller de 80 metros cuadrados de Itu.
Aparte de Penatti, el dueño y proyectista, quien también mete las manos en la masa es Almir Santos, pintor, chapista y todo los oficios que sean necesarios para terminar el Kübelwagen.
Para dejar el carro con la apariencia del modelo original, también recurren a la imaginación. Las luces son de tractor y el faro NOTEK trasero es realizado a partir de un molde de pan.
Luego del cableado eléctrico, se realiza la pintura. Lo ideal es que sea en Dunkelgelb (amarillo oscuro) o Panzer Grau (gris), los colores más usados en la maquinaria militar alemana en la Segunda Guerra.
Por fin, llega la terminación, los tapizados y los ajustes finales. ¿La misión no se cumple? Cambio y fuera, y a la lucha nuevamente. Todo el proceso se realiza en base a la deducción…
El resultado es interesantísimo, cada vez más fiel al original. Por fuera, los tornillos simulan amarrar las partes de carrocería; hacen la mayor diferencia con relación al Kübel alemán. “El próximo carro ya va a salir sin ellos. Compré una máquina de soldar mig”, comunica feliz Penatti.
Cada vehículo lleva 120 días para estar listo y cuesta 35.000 mil reales (21.000 dólares aprox.), con mecánica, capota y los papeles con los cambios declarados listos.
Llega, por fin, la hora de manejar el auto y marchamos hacia un loteo sin casas.
Mientras el Kübelwagen original tenía un motorcito VW de 985 c.c. y 25 caballos, su nieto de Itu está equipado com mecánica de Brasilia de 1.584 c.c. y 60 caballos. Ergo: hay fuerza de sobra.
Barone, quien manejó un Kübelwagen de los verdaderos, comenta que el modelo original se siente “privado de su libertad” (traía cajas de reducción en los cubos de ruedas, como en las Kombi antiguas) y hace mucho ruido de transmisión. El modelo de Itú anda fuerte, le sobra motor.
Como tiene una carrocería más ligera que la del Brasilia, el “jipinho” es extremadamante blando al pasar por hoyos. Con un enorme volante de tres rayos, la dirección es muy leve, parece hidraúlica.
Intentamos encarar un morro con mucho lodo blando y el Kübel no subió. El original también era 4×2 pero con diferencial autoblocante. Una sugerencia simple para Penatti es que podría equiparlo con un sistema de freno de mano selectivo como el que traían los antiguos Gurgel.
Los asientos son muy verticales y carecen de sujeción lateral. El nombre del modelo justamente deriva de Kübelsitzwagen (carro con asientos con forma de balde), término que también se aplicaba a otros vehículos militares alemanes.
Las únicas críticas del detallista Barone giran alrededor de la ergonomía y las proporciones del interior: “pero cuando empezamos a rodar, nos olvidamos de estas licencias”, asegura nuestro consultor.
Para nuestra sorpresa, la carrocería no torsiona y el Kübel de Itu no genera ruidos metálicos –el único sonido presente es del tanque suplementario de gasolina ubicado sobre el guardabarros delantero izquierdo. Las puertas cierran y abren de manera fluida, sin esfuerzo alguno.
También nos dirigimos hacia una carretera bien asfaltada y el vehículo conceptualmente de la Segunda Guerra mostró toda su buena voluntad de viajar a la par del tránsito del 2010.
De esa manera, pasamos una mañana muy divertida. Plegar el parabrisas y sentir el viento en la cara es una delicia –la mejor experiencia automovilística del año, por ahora…-. A la hora de partir, tuvimos toda la voluntad de transferir a nuestro prisionero alemán hacia Río de Janeiro (donde está mi casa y mi garage…).
Categorías: CrónicasFecha: 18/10/2010
Otras notas que pueden interesarle
Dibujando autitos
Hace muchos años, cuando mi amigo Jorge Ferreyra Basso aún trabajaba en General Motors de Argentina y ambos éramos miembros de comisión de la AAAS, tuvo la deferencia de regalarme algunos originales de colegas suyos estadounidenses. Estos son bocetos de aquella época… Hay que mentalizarse lo que se pretendía en aquel entonces para un diseño de auto americano. ssjaguar
Lectores RETROVISIONES21/02/2015 3 Comentarios
La Ferrari del panadero
Como todo tiene que ver con todo, ¿qué podemos decir de esta Ferrari 250 GT Drogo/Bizzarrini? ¿Es fea? ¿La diseñaron en IAME? ¿O la podemos considerar una Shooting Brake? Algunos dicen que fue el primer horno microondas de competición…
04/03/2013 32 Comentarios
Hatchback
Suave y a la vez áspera reinterpretación del remate posterior del conocido Peugeot 404. Nada mal, y seguramente para considerar el estilo de esta versión «juvenil», o deportiva si se quiere, del mitico león criollo. Gracias Gabriel por la foto !!!
Staff RETROVISIONES09/12/2013 11 Comentarios
186 días, 186 clásicos
Ford 1954 Country Sedan, Bajío y Coatepec, colonia Roma Sur, D.F., México.
Diego Speratti26/12/2010 19 Comentarios
127 días, 127 clásicos
Renault 5 Turbo2, Nueva York, EE.UU.
Lectores RETROVISIONES27/10/2010 20 Comentarios
Antes sí se podía (2)
Antes sí se podía proponer un medio de transporte especial para un auto especial. ¿Qué dirían hoy los responsables de finanzas de un equipo si le proponen una idea semejante? Sin sponsors, sin grandes ingresos, después de una guerra que devastó todo, los muchachos de la estrella se daban maña en los ratos libres para […]
Hernán Charalambopoulos22/05/2013 6 Comentarios
451 días, 451 clásicos
Lincoln Premiere 1957 fúnebre, Ruta 21, Colonia del Sacramento, Uruguay.
Diego Speratti17/09/2011 Sin Comentarios
El Delage de Macoco y Podestá
Largamente postergado y ansiado, conseguimos encontrarnos con Hernán y Cristián, todos en Buenos Aires. Mientras en las mesas a nuestro alrededor se supone que se habla de los temas normales de un miércoles a la noche en una pizzería chic de Palermo, nosotros pasamos por la A y por la Z de las marcas y […]
Diego Speratti26/04/2010 5 Comentarios
359 días, 1 clásico animado
«Mate», Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires, La Rural, Palermo, C.A.B.A., Argentina.
Diego Speratti17/06/2011 4 Comentarios
Muchas rueditas
Con el post «Derek Gardner y su proyecto 34» de Lao Iacona (ver aquí), se dispararon mis recuerdos de niño cuando empezaba a ver Fórmula 1 (aproximadamente en 1976). Por eso tengo muy presente el Tyrrell, me resultaba mágico ver un auto corriendo con 6 ruedas. Así fue, que con el afán de chico de […]
Lectores RETROVISIONES10/03/2011 13 Comentarios
Siete litros de aceite al piso
Un día cualquiera de la semana, a las 19:30/20:00 hs, en pleno centro de Buenos Aires y luego de haber trabajado todo el día, la 2.6 («el» Alfa de los varios que tuve la suerte de poseer) me dejó tirado por un problema insólito. Yo lo guardaba en una cochera tipo «pidgeon hole«, cerca de […]
Lectores RETROVISIONES23/03/2010 3 Comentarios
Lavame, sucio…
Magnífica toma hecha por un fotógrafo amigo en Italia, quien se divierte haciendo este tipo de fotos con autos clásicos. En esta ocasión usó la mugre como elemento de contraste, con óptimos resultados. Ni hace falta hacer la pregunta de que auto es porque hasta mi tía Rosa lo sabe. Así que sin poner a […]
Hernán Charalambopoulos09/04/2010 5 Comentarios
Los años cincuenta
No sólo en Estados Unidos hubo grandes autos de post guerra. Aquí un ejemplo del inagotable ingenio checoslovaco volcado a la mecánica. Sin dudas los mejores autos del este europeo nacieron bajo esta bandera y aquí ilustrados, dos cabales ejemplos de ello. Skoda Felicia y Tatra 603: dos maneras muy diferentes aunque parecidas de vivir el […]
Hernán Charalambopoulos20/08/2013 3 Comentarios
Rétromobile 2015: la polla de Baillon
El mundo del coleccionismo de autos está en vilo. Pocas veces un remate ha generado tanto alboroto en las charlas de connoisseurs, en las revistas, las páginas y los foros como el que tendrá lugar mañana viernes 6 de febrero a las 14.00 hs de París, en Rétromobile, y que adelantamos tiempo atrás en este […]
Diego Speratti05/02/2015 17 Comentarios
Chopping Center
Si venís desde el Oeste por la Autopista y bajás en Juan B. Justo… ¡atención! Indefectiblemente te topás con esta maravilla del «chopping». Un Deka que pertenece seguramente a un taller de motores de dos tiempos emplazado a pocos metros de ese lugar. Muy logrado el estilo y un potencial infinito para divertirse a bordo […]
Hernán Charalambopoulos14/05/2013 13 Comentarios



















jose del castillo
Alguien podria aclararme cual es la diferencia entre un Kübelwagen y un Dienstwagen, si la hubiera? porque por ahí es el mismo vehículo con dos denominaciones.
Muchas gracias.
a-tracción
Yo me prendo con un Schwimmwagen que es mas versatil.
cristo68
excelente. quiero unooo