Andrea Vianini, capítulo 2
Lao Iacona - 30/08/2010Una noche llegué al CAS para la presentación o la noche de algo, no lo recuerdo. Ahí estaba, charla al paso, cuando lo veo a Andrea que me hace señas desde lejos. “Vení, vení…”. Voy, lo saludo y me dice: “Probalo, te va a encantar, haceme caso…tener sexo es buenísimo…”.
Segunda parte de la nota. En cuanto a las 3 Horas de Córdoba, era una carrera muy dura, en caminos mixtos, con gran desgaste de caja y frenos; en mi opinión es una de las victorias más importantes de Andrea, y la prensa habló muy bien de su estilo de conducción.
– Tu padre comienza su relación con Alfa Romeo muy joven, ¿verdad?
– Como él tenía una enorme pasión por los autos de carrera y las competencias de automóviles, logró entrar en el Reparto Corse de Alfa Romeo muy, muy chico, e inclusive en muchas carreras de aquella época corrían piloto y acompañante y participó, fue inclusive acompañante del mismísimo Tazio Nuvolari, que él admiraba muchísimo. Siempre me dijo que Nuvolari era un absoluto superdotado, superpiloto. Después en la época esa en que él trabajaba en el Reparto Corse de Alfa Romeo, estaba Nuvolari, estaba Varzi, Trossi, estaban los grandes pilotos de esa época. Y después siguió trabajando en Alfa Romeo en la parte comercial y llegó a ser director de la filial de Turín de Alfa Romeo. Ahí es cuando se casó con mi mamá. Eso fue antes de la guerra. Durante la guerra, trabajando en Alfa Romeo pero ya de una manera no tan activa, como él ya tenía cuatro hijos… Después de la guerra, gracias a sus relaciones, comenzó a trabajar para los hermanos Maserati como representante de la marca en Milano. El se relacionó con fabricantes de máquinas-herramientas y ahí fue la relación con Fangio y la venida a la Argentina trayendo máquinas-herramientas para trabajar gran parte del Jeep.
– Y también trajo varios autos sport…
– Trajo Ferrari y Maserati, trajo varios. Creo que trajo también una Maserati Monofaro que había allí.
– Que la corrió Lostaló…
– Sí… Yo no sé dónde habrán terminado todos esos autos, que eran muchos.
– ¿Cuándo llega a la Argentina?
– Mi papá viene a la Argentina en 1948. Lo conocía a Juan Manuel Fangio y… era socio de Fangio y cuando aquí se inició la industria automotriz, que la primera fábrica fue Industrias Kaiser Argentina, mi papá trajo todas las máquinas-herramientas para la fabricación de la caja de velocidad y diferencial del Jeep Willys. Hizo un negocio en la época del gobierno de Perón. El negocio consistía en traer máquinas-herramientas sin pagar impuestos, sacando de la Argentina materias primas que en ese caso eran aceite de lino. Era el llamado trueque. Ahí empezó la relación de mi padre con la Argentina con negocios de máquinas-herramientas. Posteriormente, mi papá, que siempre tuvo una larga relación con Alfa Romeo, consiguió la representación de la Alfa Romeo para la Argentina, creo que en el 50… En la época de Frondizi, cuando viene su gobierno, se comienza a importar automóviles, por supuesto pagando los impuestos, pero se podían traer. Entonces empezamos a traer, en el año 60, si no estoy equivocado, Alfa Romeo Giulietta TI, Sprint, Spider, toda la línea. Todos los Giulietta los traía Vianini Argentina. Hicimos una organización comercial con concesionarios y se vendía sobre todo en la Capital Federal, pero también en el interior. Mi padre lo hizo sobre todo como hobby de él, para divertirse. No creo que haya ganado plata con los Alfa Romeo, creo que debe haber perdido, la plata la ganaba con las motos.
– 3 Horas de Córdoba (1962) ¿te acordas?
– Tres horas de carrera, sin parar, fierro a fondo, digamos, el Jaguar se iba a quedar sin frenos, que era lo que pensábamos. Pero vieran la agilidad de ese auto, preparado, era realmente increíble. Lo que pasa es que con el Alfa, que era mucho más ágil, le dimos, le ganamos, pero el auto llegó…Mi auto llegó que no le quedaba nada ya: ni frenos ni gomas ni transmisión, nada. Circuito muy difícil.
– ¿Y cómo llevaron los autos hasta Córdoba? ¿Andando por la ruta?
– Lo llevaba andando, Nello Maffei. Como hacíamos todos. Con escape libre, preparado ya para la carrera. Cada vez había más problemas con la caminera, que había que pagarle… Eso estaba dentro del presupuesto (risas). Como todas las cosas permisibles acá.
– ¿Qué color es en esa carrera la Giulietta tuya?
– Colorada.
– Y la de Siri, ¿blanca?
– La de Siri blanca, pero él la trajo. No era nuestro el auto. Andrés se trajo también, si no me equivoco, un Giulia que tenía papel de Giulietta y me llamaron de la Aduana para preguntarme si era una Giulietta o una Giulia, y dije: Giulietta-Giulia (risas). De hecho, había una Giulia con motor 1.300, así que… creo que zafó.
En breve, ¡más del formidable Tano!
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Fecha: 30/08/2010
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Fuoripista
Un tipo querible el Tano por sobre todas las marcas. Cuando uno es chico los pilotos que no son de la que uno es hincha son «los contra» pero con Vianini eso no me pasaba me caía simpático!!
(El autor del post podría explayarse acerca de su experiencia con el consejo dado en esa noche del CAS… Qué opinión le merece Lic. Cinturonga?)
charly walmsley
Me saco el sombrero ante semejante piloto, marca, historia y relato de Lao. Lo mejor de nuestro automovilismo.
DBU
Fuoripista, ya ve usted porque el autor no puso fecha de la entrevista, eh? Muy de doctor, no dejar rastros que permitan llevar a conclusiones, confusiones, luego explicaciones y finalmente complicaciones.
Lo que debe haber sido ver el Jaguar acercarse por el retrovisor de la Giulietta! Grande Vianini.
Nostalgiuzo
Excelente nota, que fotos !!!. Disculpe sr Lao, no quiero ser pedante pero Siri interprto que debe ser Andres Siddi y ese hermoso Jaguar 3800 el de Roberto James verdad?. Siempre pienso que el flaco Maffei tambien merecería ser recordado por todo lo que hizo sobre los Alfa de los Vianini.
Lao Iacona
Nostalgiuzo, Gracias por el comentario y es correcto, Andres Siddi era un francés muy amigo de los Vianini, que corrió varias carreras con autos de la marca. En cuanto al Jaguar, es correcto también, es Freddy James, que según contó Andrea andaba fuerte. Nello Maffei cumplió largo tiempo con los Vianini, pero conozco poco de su historia. Saludos, Lao.