Grandes carreras, secretas fantasías
Valeria Beruto - 08/12/2009Miró una vez más la hora de largada en la hoja de control de sellos. Le resultó holgado el tiempo y decidió ir por un waffle con dulce de leche para acompañar los últimos sorbos del café de la mañana. Se sintió algo ansioso, como todos los años. Es que las Mil Millas era “la” carrera. Glamorosa, sociable, desafiante -a veces dura-, insuperable…
Caminó por el amplio pasillo haciendo sonar la carpintería del piso. Era una sensación que añoraba. Recordó sus primeros pasos en este tipo de carreras y le provocó una mezcla de risa y vergüenza. En especial la primera Mil Millas que había corrido en el año ’97. En ese momento tenía un Alfa Romeo 1750 GTV, más conocida en Argentina como “Bertone”, color té con leche. Con nostalgia recordó los PPI, prueba que consistía en hacer largos trayectos a una velocidad fija predeterminada. Luego reparó en que en realidad odiaba los tediosos PPIs y por suerte ya a nadie se le ocurría traerlos nuevamente a escena.
El característico frío de las mañanas de noviembre en la Patagonia lo obligó a cerrarse la campera y meter las manos en los bolsillos mientras caminaba barranca abajo hacia su Hispano Suiza H6B. Un intento, dos intentos, tres intentos y el auto aún se desperezaba. No quiso ahogarlo, por lo que trató de llamar al orden a su pie derecho. Es que lo ponía mal que el auto en el que tanto había trabajado lo recibiera así por la mañana, y frente a todos. En el cuarto intento arrancó, y aliviado escuchó unos minutos el motor reclutando cilindros. Al mirar su reloj “Bora” recordó el margen de error que manejaba en sus inicios. Con estar dentro del segundo ya se daba por satisfecho. La primera vez que alguien le comentó que estaba haciendo 4 décimas de error lo tomó como un chiste. Luego se dio cuenta de que el personaje que decía esto con los ojos grandes y los Casio regresivos colgados del cuello con un movimiento pendular estaba hablando en serio, muy en serio. Entonces lo de él no era un margen de error, era lisa y llanamente un horror. Le pareció de ciencia ficción. ¿Cuatro décimas de promedio? Creyó que la precisión en estas pruebas había llegado a su techo. Cuán equivocado estaba. Estaba más de 10 veces equivocado.
Su hijo menor llegó corriendo al auto, aunque todavía faltaba bastante para largar. Se sentó en el lugar del acompañante y murmuró algo parecido a un “Buendía”. Tenía experiencia en el tema, el chico había ganado años atrás el premio al copiloto más joven. Atado a este recuerdo, Luis comenzó a evocar todas las gloriosas ocasiones en las que había subido al estrado a recibir un premio: espíritu deportivo cuando dio la vuelta en un Messerschmitt, índice de performance en sus inicios, copa CAS en su Maserati Monofaro, Gentleman Driver hacía poco tiempo… La música del triunfo sonaba en sus oídos cuando recaló inesperadamente en un pensamiento obsesivo que no lo abandonaría en el resto de la carrera: este año no tenía motivos para recibir una copa.
El cuello polar se ciñó a su cogote y los labios se le endurecieron. Había agotado todas las instancias que lo hacían subir a buscar una copa en la entrega de premios. Su cabeza sonó como un disco rígido repasando todas y cada una de las distinciones que esa noche se entregaban y ya ninguna le cabía. No le daba ni para arrimar el bochín en su categoría, no tenía el copiloto más joven, no tenía el mejor auto, no era un famoso invitado al que se le pudiera inventar un premio ad hoc, no era sponsor…no era nada!!!
“Papá ¿pasa algo?”. “No, nada hijo” respondió Luís fingiendo desconcierto por la inesperada observación de su hijo. Se retó a si mismo por haberse rendido frente a sus más pueriles impulsos. Cómo se iba a poner así un hombre grande como él, absolutamente dueño de sus emociones. Qué clase de ejemplo le estaría dando a su hijo si este descubriera que se había “alunado” porque no recibiría un premio. ¿A quién le importan los premios? Después de todo su mujer estaba completamente harta de almacenar copas “junta mugre”. Y él también. Ya tenía muchas copas para lustrar en su garage.
Inmerso en todos estos pensamientos se dirigió a la largada y sonriente saludó a los que allí despedían a los competidores. Avistó Puerto Pañuelo mientras iba barranca abajo hacia Circuito Chico para hacer las primeras pruebas. Ahí estaban las retamas furiosamente amarillas que Teté Coustarot año a año, en aquéllos años, veneraba durante la entrega de premios. Como un látigo volvió a su mente el tema de las copas. Quizás este año idearían un premio desconocido aún que lo tendría a él como acreedor…fantaseó. ¿Qué podría ser? Premio a la dupla padre-hijo cuyo logaritmo natural del índice de performance de los últimos 5 años fuera… no, no… evidentemente nadie podía inventar ese premio (¿o tal vez si?).
Así transcurrieron los primeros 200 kilómetros de las Mil Millas, entre fantasías y “auto-retos” por la compulsión insólita que conseguir una copa le generaba. Ese deseo infantil irrefrenable lo arrastraba a peligrosos momentos de ensoñación mientra manejaba. Incluso llegó a pensar en armar alguna escena heroica para ganar el premio al espíritu deportivo. Solo necesitaba que a alguien se le rompiera el auto y él se tirara durante horas debajo del auto, chupando frío y aceite, e improvisar una manguera con una cortadera. Lo asustaron sus propias ideas fraudulentas y desistió de todo plan forzado.
No supo bien si fueron los snacks de ahumados en locaciones maravillosas, o tal vez el goce de manejar ese preguerra descapotado por los sinuosos caminos, pero lo cierto es que Luis se fue relajando y sus tensiones lo fueron soltando.
El sábado, al llegar al hotel, disfrutó de un baño renovador en la pileta. Se preparó para la cena, mientras su hijo hacía planes para esa noche que durarían hasta la mañana siguiente. La entrega de premios siempre le resultaba especial. Para él era un equivalente a la entrega de los premios Oscar: el glamour, la ansiedad, la elegancia, el pasillo, el radio-pasillo… todo sumaba. Sin hacer las pruebas demasiado bien ni demasiado mal, terminó en un decoroso 32do. puesto. Aunque en el fondo de su corazón, se sentía algo resignado por la perspectiva de volver a casa sin su copita.
La ceremonia comenzó puntualmente y Luis aplaudió sinceramente a cada uno de los galardonados. Allí fue cuando sin presentimiento alguno, e irrumpiendo como un rayo el locutor pronunció las siguientes palabras mágicas: “Banco Santander, sponsor de esta Mil Millas 2009, quiere entregar el premio especial al mejor auto español clasificado y es paaaaaaaaaara…¡Luis en su Hispano Suiza H6B!”. Sintió la ovación del salón completo y el calor de los reflectores en su exultante rostro. Caminó entre las mesas mientras entregaba sus manos a los que lo vitoreaban. Subió con saltitos ágiles los peldaños del estrado y luego de saludar a cada uno de los miembros de la comisión, se sacó la foto que se publicaría en Octane. Tomando el micrófono le dedicó tamaño triunfo a Carlitos, su fiel mecánico, a su mujer e hijos y a su papá. Las mieles de la consagración poco sabían que ganar un premio siendo el único en la terna podía quitarle relevancia a la epopeya.
“¿Edulcorante o azúcar señor?” fue la pregunta que lo trajo a la realidad. No había mejor auto español. Solo había trufas de chocolate de las que debía abstenerse. Levantó la vista y como suele suceder en los eventos organizados por clubes, encontró la cara de un amigo. Éste lo condujo hasta el lobby para encontrarse con más amigos. Y en el fondo él sabía que las mejores copas son las que se comparten con amigos en el bar. Solo faltaba que un amigo se lo recordara.
Fotos: Roland Ellison
Fecha: 08/12/2009
Otras notas que pueden interesarle
Manifiesto Futurista #4
Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia.
Cristián Bertschi06/08/2010 4 Comentarios
El Rastrojero de la suerte
Yo siempre fui una persona muy humilde Casa de barro y de baja condición De profesión cuidador de autos Siempre fui pobre Nunca nada me sobró El otro día hice horas extras en la cancha Y me sobró para los juegos de azar Al otro día me llamaba el quinielero Vení que tenés un premio […]
Diego Speratti06/01/2010 14 Comentarios
Cartel de miércoles #39
Hay dos paisajes muy comunes en las rutas nacionales. Uno son los tributos color rojo sangre al Gauchito Gil. Y el otro, los carteles que indican el camino más directo hacia las abnegadas trabajadoras sexuales que habitan el suelo patrio. Por suerte tenemos libertad de cultos y la posibilidad de elegir a quien adorar. Vaya […]
Staff RETROVISIONES07/08/2013 2 Comentarios
Se inauguró el nuevo Museo Ferrari
El pasado 11 de junio fue día de estreno para el remodelado Museo Ferrari en Maranello. El presidente de la compañía Luca di Montezemolo inauguró el nuevo edificio que se extiende en superficie a cerca de 1000 metros cuadrados y ha sido renovado completamente en la distribución y la exposición del material. Allí se puede […]
Staff RETROVISIONES18/06/2013 4 Comentarios
Concurso «Look 50»
Continuando con la sección QUIZ de RETROVISIONES, esta vez nos pusimos más profesionales: Bocha Balboni, un legendario lector de sitio, nos envió un par de fotos, con lo que decidimos realizar un concurso con premio incluído para quién logre despejarnos algunas dudas. Las imágenes están tomadas en el circuito “Los toboganes”, y el premio se […]
Hernán Charalambopoulos25/03/2010 20 Comentarios
Culto vernáculo
Entre tanta pompa foránea fumada en estos días, nos estamos olvidando de muchos autos que decoraron fotos de nuestra infancia, y que representaron la imagen del deseo de muchos. Con la ñata contra el vidrio de la ventanilla de atrás en esos largos domingos de paseo, la Doye de la foto, fué seguramente uno de […]
Hernán Charalambopoulos25/05/2012 20 Comentarios
Premio Sonny Gotthold 2013
Algunos lunes atrás, en la sede del Club de Automóviles Sport, rendíamos homenaje al recientemente fallecido José Froilán González. Como fue habitual por esos días, se rememoraron sus más resonantes triunfos como los de Silverstone y Le Mans. Pero en este Premio Sonny Gotthold hubo un motivo más para recordarlo: este día nos hemos congregado […]
Marcelo Beruto07/07/2013 6 Comentarios
Acción
Morder el polvo, agarrarse fuerte, atacar con furia y decisión cada centímetro del recorrido. Así, empapados de emociones y regalando sonrisas iban los caballeros arropados con sus queridos metales ruidosos. Gran exhibición y una especie de tutorial en vivo de como hay que divertirse arriba de un auto sport por parte de quienes participaron de […]
Hernán Charalambopoulos12/05/2015 3 Comentarios
96 días, 96 clásicos
Valiant II, Stroeder, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Diego Speratti26/09/2010 5 Comentarios
Borrani, vuelta al ruedo
Un pedazo de historia de Milano (y del mundo automovilístico) en las ruedas de esta hermosa 500C. Son las primeras que veo después de la resurrección de la marca en el 2004. Ruote Borrani, que con un enorme grado de producción artesanal calzó las ruedas de los mejores deportivos, fórmulas y granturismos italianos de los […]
Qui-Milano08/03/2013 11 Comentarios
Allez les Bleus!
Implacable «tripletta» del equipo Renault en la carrera inaugural de la temporada de rally 1971. Bajo un clima más severo de lo habitual, ese año el Montecarlo fue muy duro, con nieve, granizo, y lluvias dependiendo la altura de la escalada en que se encontraban los participantes. Estas circunstancias potenciaron las cualidades dinámicas de un […]
Hernán Charalambopoulos16/10/2009 1 Comentario
Iluminado en la chatarra
Un mes atrás fui al chatarrero. No encontré nada interesante, sólo me traje una matrícula vieja de San José (Uruguay), y un farolito muy simpático de origen italiano. Pero me llamó la atención un chasis negro de Suzuki A50 de 1979. Estaba pelado, contaba con la horquilla vencida, el guardabarros delantero en buen estado al […]
Marcelo Long24/02/2015 2 Comentarios
Mi foto con Froilán
¡Orgulloso mi amigo Gustavo Bomben en la foto con su Idolo! (N.de R. ¿Qué estará pensando el «Dottor Cisitalia» retratado en segundo plano?…) Dario Dolfi
Lectores RETROVISIONES29/08/2013 3 Comentarios
Feliz Día del Niño
El de la foto ya no es niño, es un señor grande que siempre colabora con RETROVISIONES contando sus experiencias de vida enriqueciendo este espacio. Con Federico Kirbus en la foto le deseamos un feliz día a todos los que se sientan niños.
retrovisiones10/08/2014 4 Comentarios
Garnufla de año: El ganador
Aquí lo tenemos… Sobre la hora y casi cerrando el 2014, el Premio Garnufla del Año se lo lleva de arremetida y en los últimos metros este ejemplar visto en el Parque Saavedra ayer por la mañana. Mezcla de arenero, TC del Oeste, Baquet y cuanta cosa extraña se nos pueda ocurrir, esta mutación genética […]
Hernán Charalambopoulos26/12/2014 22 Comentarios
376 días, 2 Rat Rods
2 Rat Rods, Av. de los Constituyentes y Manuel Álvarez Prado, Villa Pueyrredón, C.A.B.A., Argentina.
Diego Speratti04/07/2011 8 Comentarios
221 días, 221 clásicos
Toyota Crown 2300 c.1967, 3a Avenida SE y 2a Calle NE, León, Nicaragua.
Diego Speratti30/01/2011 Sin Comentarios
Fan de Valeria
Buenisimo el articulo. Lo fecicito a Luis,veo que le fue muy bien, pasar de una Bertone a un Hispano, supongo que lo eligio por el handicap, yo hubiera preferido una TZ o una SWB. pero sobre gustos no hay nada escrito,que siga por ese camino, para lo proxima espero verlo con un 8C o un RL. Si le gusta un coche frances le recomiendo un Peugeot Indianapolis como el de la Recoleta Tigre.
Bajo sin Tintos
Que buen relato!!! Bien Valeria muy obsrvadora.
Este Luis es medio gil pero muy honesto, perdido por perdido podría haberse tirado al bombo y ganar ese premio tan importante que el locutor se esfuerza en resaltar: El último clasificado.
Que hizo Luis con los regalos? No hay regalos sin 1000 Millas!!!
Fan de Valeria
Y que regalos,! Campera, chaleco polar,bufanda,manta, chocolates,caja con variedades de te,zapatillas Gola,paraguas,medicinas varias,una tarjeta de credito sin costo (para los menores de70),y un GPS cargado con el recorrido de la prueba, todo dentro de un gran bolso.
Gus
Al fin un toque femenino!! muy lindas fotos!
cinturonga
Cinturonga quiere felicitar a la Srta. Valeria. «Selente» relato, casi vivido, por momentos hasta me parecio conocer a Luis.
Sebastian
Excelente el articulo! me encanto la cronica, y las fotos son extraordinarias. felicitaciones por el blog, uno de los mejores, si no es el mejor!. distinto a todos, los relatos son unicos.. saludos!
"Pepe Despiste"
Valeria te felicito por tu relato me trajo a mi mente el recuerdo de las últimas que participe, con el Dr. Cosulich, (Porsche 911)año 1994, por tu excelente comentario en un momento creí que era Luis. Eso sí me preocupa que tengas un «Fan» haber si inicia el club de fans de Valeria, y terminas en algún bailando con «Tinelli»
Saludos cordiales.