Primeras consideraciones
Hernán Charalambopoulos - 06/05/2010Parece mentira pero luego de cinco días sin tregua, dejó de llover… Más cobarde que curioso, el Sol por fin mostró la cara, y lentamente se va abriendo paso entre la muchedumbre de nubes que impiden verlo de cuerpo entero. Me estoy subiendo al chorizo de lata que en unas dos horas me dejará en la estación de Brescia, en donde junto a Bertschi y otros amigos, nos embarcaremos en la siempre sana aventura de seguir la Mille Miglia como espectadores.
Días de diseño en Torino, en donde no dejé de respirar ni un segundo el frenesí de los inquietos lápices que visten las más tradicionales mecánicas italianas. Charlas infinitas regadas de buen Dolcetto, Barbera, Barolo y demás medicinas del vademécum regional, enmarcando gratos recuerdos y cómplices de proyectos que madurarán con tanto o más cuidado que la uva de nuestros cálices.
Embriagado como me encuentro de tanta vanguardia, me dirijo hacia la siempre segura y acogedora retaguardia, que nos espera con ejemplares dignos de ser degustados con toda la paciencia y los sentidos enfocados en ellos. La cena de ayer, me dejó un sabor raro que no se lo atribuyo al estofado de jabalí con polenta y funghi porcini, sino a las palabras de uno de los más encumbrados diseñadores italianos del momento, que en un momento me dijo: “es muy interesante lo que está haciendo Citroën en estos días”. Allí sentí como el jabalí comenzaba a enojarse con mi aparato digestivo, propinando terribles estocadas a las paredes de mis tripas, y queriendo volver al mundo por el mismo lugar por el que había entrado, sin respetar el orden de circulación que la naturaleza impone desde que el humano es humano.
Con este sinsabor y la confusión de imaginar nuevas generaciones de autos italianos llenos de cortes, quebradas, y superficies que no se sabe bien porque existen, decidí refugiarme en los clásicos, teniendo la certeza de que al menos allí no hay monos con navaja (lo digo por los cortes, aunque también por los monos) pudiendo disfrutar de objetos que representan la esencia misma del transporte mecánico, y que de alguna manera limpian nuestros tan saturados files de imágenes copiosamente condimentadas, para entregarnos un frugal pantallazo del viejo Mundo Nuevo.
Allá vamos.
Categorías: GeneralFecha: 06/05/2010
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Fuoripista
Senza nervi Don Hernán!! Usted no está «contaminado» por eso le produjo esa reacción ante la frase del diseñador italiano, quien a diferencia de Ud que estaba «embriagado de vanguardia», quizá él lo estaba pero de una degustación en las viñas del amigo Jarno Trulli…
Siga disfrutando junto a Don Cristián de esas clásicas líneas (y encuentros gastronómicos) a lo largo de las Mille Miglia.
cinturonga
Me da cierto temor su forma de viajar estimado Hernán. Yo que usted me subo al tren, y dejo los medios alternativos para cuando ya este de vuelta…
Estofado de polenta con jabalí y funghi porcini….que mille miglia le espera a Bertschi!!!, aunque …bien se lo merece.
Exitos exitados amigos.
Tete
El viejo continente te pega pa la poesia culiao !
Romina
Hola chicos se viene el Sabado y se que algunos lo aprovechan para jugar al mecanico.
Recomendaciones: si van a lijar haganlo con guantes, para no estropear sus manos, ¡que desagradable las manos de los mecanicos!. En caso de ya estar estropeadas (tipicas manos de topo), la solucion es untarlas con crema de ordeñe, este producto se usa para suavizar la ubre de la vaca.
Esto me lo aprendi de Beppe, el mecanico que trajo Trebolino en las MM, para asistir el 8C. Beppe me encargaba le comprara crema de ordeñe (se consigue en veterinarias) para tener sus manos humectadas y presentables.
Los dejo. Buen fin de semana para todos.
Romina
Mariana
muy divertida nota!!