Buscando un auto
Hernán Charalambopoulos - 09/04/2013Desparramado en un sofá que no es del todo mío, y hablando con un amigo por teléfono, le cuento mi vida en los últimos tiempos y mis andanzas a la hora de dar con algún auto bueno para comprar, cosa que finalmente sucedió después de una intensa y exhaustiva búsqueda.
Como quiero que esta experiencia no quede flotando en los fondos de café, decidí hacer algunos relatos breves pero intensos, separados de a uno por cada experiencia vivida, o sea por cada auto que vi, o mejor dicho, por cada sueño que se fue truncando. El final de la saga es decididamente feliz, ya que encontré la ansiada mascota que por fin se adueñó del aire vacío que flotaba en mi garaje.
Sin demorarnos en presentaciones, esta entrega tiene que ver con el primer día pasado en Buenos Aires después de un tiempo, que obviamente fue destinado a comenzar con esta frenética exploración.
Aquí interviene un lector de RETROVISIONES, el señor De Souza, quién alguna vez en un rapto de euforia prometiera un asado, hecho del que nos ocuparemos más adelante. Este amigo, obrando de buena voluntad y con ganas de aportar a la innoble causa de encontrar un auto para el maníaco obsesivo que redacta esta prosa, me acercó un dato de sumo interés: Chevrolet 400 SS 1967.
Un auto como el de mi padre, en donde respiré mis primeros años era un bocado difícil de rechazar.
– ¿Cómo está el auto?
– Increíble.
– ¿Me podés pasar el dato del vendedor?
El buen De Souza no sabía en lo que se estaba metiendo…
Con mucho “oficio” me hice una dirección de mail que no diera rastros de mi residencia en el exterior (no sea cosa que me suban el precio…), y con tono inocente llamé desde Skype al orgulloso dueño del chivo.
Me respondió su hijo, quien también juraba que el auto estaba en estado “increíble” y que no había otro igual en circulación. Faltaba una semana para viajar a Buenos Aires, y los dos grados bajo cero de Torino no me dejaban en paz. Mientras acomodaba las ojotas en la valija y remataba mentalmente los últimos pasos del diseño que terminaría en pocos días y que en dos años circulará por las rutas, apagaba el ruido de fondo del trabajo y me disponía a soñar con uno de los chivos de mis fantasías.
-“Es un cuatro puertas… Otro remise más…”.
– “Es un símbolo, un cachito de infancia que vuelve a la vida”.
– Bah… hay que verlo.
Los diálogos internos entre toda la familia de personajes de los planos consciente e inconsciente sonaban y rebotaban contra la almohada. La foto recibida dos días antes del viaje me intranquilizó porque se veían líneas que no coincidían del todo. El niño ingenuo que llevamos dentro y que se esconde ante esos golpes de realidad, le echaba la culpa al fotógrafo, al operador de internet, a la computadora, a Bill Gates y a todos los personajes que intervinieron en la transmisión del preciado documento.
El onanismo sináptico se potenciaba ante cada impulso eléctrico que se descargaba en forma de imágenes de Chevrolet 400 SS de 1967. Era insoportable.
Para quienes conocen el modelo, es el mejor de todos, sin dudas, porque tiene palanca al piso y tacómetro. Esta era una versión rara, ya que es la única con motor 230 (el 250 se montó a partir de 1968) con lo que tenía algo de valor agregado respecto a las otras (un verso que uno se inventa llegado un caso como éste).
Aterrizado el avión, cumplido el saludo de rigor a mi madre más algunos familiares, y después de resetear en mi centralita la diferencia de cuarenta grados entre un lugar del mundo y otro, decidí llamar al misterioso propietario del Chevrolet.
“Ah, sí… como le va. Venga si quiere ahora, porque estoy en el taller.”
El señor es mecánico con lo que eso me daba todavía más motivos para pensar que este sedán por el que pedía la friolera de 50.000 pesos estaría en estado destacable y listo para conmoverme en nuestro primer encuentro.
Me pareció redundante tomar uno de los imanes de la heladera de mi madre para constatar la cantidad de chapa semidesnuda a disposición, pero finalmente me llevé el de la casa de empanadas de Güemes y Armenia porque era el más discreto. Lo ubiqué en el bolsillo trasero derecho para que esté siempre a mano y partí en un taxi hacia la zona de las cinco fatídicas esquinas de Álvarez Thomas, Elcano, Forest y no se cuáles más… Solo sé que allí está “Don Lechón”, y que hemos dejado parte de nuestra salud flagelándonos con el inconmensurable universo que se despliega ante nuestros sentidos a la hora de elegir trozos de animales que descansan sobre las siempre gentiles brasas del lugar.
Me abre la puerta una persona lúgubre y parca. Años cargados sobre las espaldas y poca fiesta en la retina, daban al dueño un semblante demasiado solemne y a tono con ese domingo derretido y lento. Cuando después de hacer crujir las bisagras de la puerta del taller apartó su silueta de mi campo visual, me encontré frente a frente con el objeto del deseo de mis últimas semanas.
En un acto reflejo, cerré los ojos como lo hace Matías Caruzzo luego de revolear al delantero de turno dentro del área, y al ver llegar al árbitro marcando penal con la roja en la mano…
Es como cuando un amigo te presenta una mina… Llegás a la reunión y empezás a contar: la rubia que está fuerte, está con el rugbier, la morocha de buen voladizo con el de camisa blanca, la otra es la novia de mi amigo, y cuando mirás para el costado… Ahí está.
“Qué poronga…!”, pensé sin querer pensarlo.
El famoso Chevrolet de mis sueños no era más que un auto mantenido con lo mínimo indispensable, arreglado a los ponchazos, y con sus líneas dispuestas sobre la carrocería de manera aleatoria (las fotos no mentían). Había lamparones sobre la supuesta pintura original, y muchas áreas en donde ni siquiera generando un campo magnético con un acelerador de partículas se hubiera pegado nada de origen metálico.
“Viste….está nuevo. El interior está original, no tiene ningún agregado”…
Claro, las pirámides de Egipto tampoco tienen ningún agregado, pero bueno…(pensé)
Ya sin esperanzas de nada, acepté que el hábil vendedor y también dueño me abriera el capot enumerando las infinitas cualidades de tener un motor nunca abierto. Lo que más me llamó la atención fue una canilla (como la llave de paso del baño de la casa de mi tía Mary en La Boca), que impedía que el agua del circuito refrigerante pase a la zona de calefacción. Al preguntarle del porqué de ese agregado, el sagaz comerciante me dijo…” Es porque en verano el agua pasa y da calor al habitáculo…”
Ahora, yo me pregunto… ¿Una multinacional como GM con miles de ingenieros contratados para la ocasión, nunca se dio cuenta de ese defecto?
¿Tuvo que venir «el salvador de la patria» quien desde un oscuro taller de Chacarita encontró el secreto del Santo Grial y le clavó una canilla de baño?
¿O quizás el radiador de la calefacción está pinchado y con ese mágico dispositivo evitamos que se nos inunde el habitáculo en cada viaje…?
Como soy educado y era mi primer auto y también mi primer atardecer en Argentina, contesté con un seco “qué bárbaro, ¿no?” ante el gesto de aprobación del vendedor, quién se había anotado un poroto en su tanteador.
Lo felicité por el estado del auto, en un acto de cortesía y falsedad que no suelo hacer pero que el cansancio me forzó a practicar, y antes de retirarme le pedí que me confirme el precio de cincuenta lucas por esa bola de masilla mal encuadrada…
“No, ese no es el precio”, me dijo ante lo que yo respondí con un gesto de intriga y algo de esperanza.
“La verdad es que hablé con la gente del clú del Chevrolé y me dijeron que ni loco lo venda por esa plata. Este auto vale mucho más”.
El omellete del desayuno de Iberia dijo presente en la boca de mi estómago empujado por el calor y la situación que se había originado.
“Ah…claro, esos si que de esto saben. ¿Nocierrrrrrto?” le contesté
-Claro… esos saben mucho.
-¿Y cómo hacemos entonces…?
-Mirá, llamame el martes o miércoles y yo te digo el precio que me van a pasar, pero de ninguna manera es menos de cincuenta lucas, eh?…
Bueno, bueno… lo llamo entonces así me dice bien y lo vemos, ¿sí?
Un ejército de caraduras como el que tenía delante me esperaba en Buenos Aires y yo todavía no estaba ni enterado. El cuento no tiene final escrito todavía por el simple motivo de que nunca hice esa llamada.
Me dio pena cerrar la puerta de un pedacito de infancia. Me dio lástima dejar marchitar una ilusión. El chivo está seguramente descansando en ese desprolijo taller de Chacarita, y yo soñando con manejar uno de esos algún día, pero que tenga grabado el mismo nombre del mocoso que sonreía y miraba por la ventanilla desde el lejano asiento de atrás.
Categorías: GeneralFecha: 09/04/2013
Otras notas que pueden interesarle
Cartel de miércoles #50
Le damos descanso esta semana al doble sentido, los errores ortográficos, los oximorones y otras formas de movilizar músculos faciales en esta sección del cartel de miér…coles. Este cartel sólo vale por documento histórico. Como se ve, el sentido de circulación por entonces era sobre la izquierda y en aquel tiempo la señalización vial corría […]
Diego Speratti30/10/2013 1 Comentario
510 días, 2 Austin clásicos
«Hola Diego, me crucé hace un par de días para pasar Año Nuevo en Punta del Este. Pero vine por el interior (lo que pude), inclusive me quedé a dormir en Mercedes… y me acordaba de tus fotos de los descubrimientos, porque hay de todo!!!
Lectores RETROVISIONES07/01/2012 1 Comentario
Aventuras bonaerenses en Austin Seven
A mediados de febrero llegó a Argentina el grupo de aventureros ingleses que intentan unir Buenos Aires con New York en tres Austin Seven, como lo hizo John Coleman en 1959 y previamente A. F. Tschiffely en 1925 con sus dos caballos criollos. Luego de un par de días de aclimatación, y mientras esperaban la […]
Santiago Sanchez Ortega14/03/2013 6 Comentarios
301 días, 301 clásicos
Ford Corcel Mk I, Av. Loureiro da Silva, Camaquã, Rio Grande do Sul, Brasil.
Diego Speratti20/04/2011 Sin Comentarios
682 días, 682 clásicos
Fiat 600 Jolly réplica, Av. Bunge y Av. Del Mar, Pinamar, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Diego Speratti11/01/2013 19 Comentarios
Restaurando «la apestosa»
El motivo de este mensaje es para pedirles si pueden publicar estas fotos a ver si consigo por este medio un poco mas de información sobre el auto original que se tomo para hacer esta réplica. Les cuento un poco de la historia de cómo llegue a “La Apestosa”. Luego de correr el GPH del […]
Lectores RETROVISIONES11/10/2010 7 Comentarios
698 días, 698 clásicos
Alfa Romeo 90 2.5 V6 i «Quadrifoglio Oro» 1985, Largo Domodossola, Milano, Italia.
Lectores RETROVISIONES14/02/2013 10 Comentarios
Devolvéme el libro
Disparada por algunos comentarios en un post de hace unos días nació la idea de armar una nota específica para quienes gustamos de los libros y los extrañamos. Con la llegada de Internet se suponía el libro iba a dejar de existir para dejar paso a una nueva manera de acceder a la información. Contrariamente […]
Cristián Bertschi11/01/2011 33 Comentarios
115 días, 115 clásicos
Vauxhall 12, c. 1947, Valentín Vergara y Warnes, Florida, Buenos Aires, Argentina.
Diego Speratti15/10/2010 4 Comentarios
F1 eran los de antes…
Como los F1 de ayer despertaron el interés de los lectores, aquí van unas fotos del Eagle de Dan Gurney, único auto de F1 Americano en ganar un GP. Muchos lo consideran el más hermoso auto de F1 de su época. El motor fue diseñado por Harry Weslake. (N.de R.) ¿Alguien sabe decir cuál fue […]
Raúl Cosulich19/08/2010 12 Comentarios
La foto del día: separados al nacer
Ferrari 250 GT y Peugeot 404 cabriolet.
Gabriel de Meurville12/04/2013 16 Comentarios
Dos pájaros de un tiro
Presentado en el salón de Turín de 1966, el Fiat 124 Spider es uno de los más notables ejemplos de belleza atemporal asociada a un automóvil. Estuvo en producción durante casi veinte años, sin recibir prácticamente ninguna modificación sustancial. Más allá de la historia y lo que representó este auto para el diseño (Pininfarina), es […]
Hernán Charalambopoulos09/09/2011 9 Comentarios
906 días, 906 clásicos
Las marcas de origen gringo son tan afectas a bautizar sus modelos (o motores) con nombres de fenómenos meteorológicos. A boca de jarro recordamos los Hurricane, Tempest, Typhoon, Storm, Cyclone, Tornado… Todavía no fueron por el Tsunami pero nos gustaría saber cómo les caen estos nombres a los afectados de Nueva Orléans o los que todos […]
Diego Speratti04/02/2015 3 Comentarios
El campeón está intacto
Hace unos meses, invitado o arrastrado por la turba, me volví a subir a un auto de carreras. Todo empezó en Las Tipas, donde almorzamos todos los días. No se habla de temas importantes – más bien, de nada importante. En este menester estábamos cuando me preguntaron si aceptaba un desafío de Gustavo Terrizano. La idea […]
Lectores RETROVISIONES10/02/2010 17 Comentarios
Operación cancelada
A finales de los ochenta, Peugeot, en uno de sus últimos intentos por seducir a la clientela americana, desarrolló un prototipo con serias intenciones de lanzarlo al mercado basado en la carrocería del archiconocido 405 pero en formato coupé. Más que coupé sería un sedán dos puertas, pero no vamos a meternos con la retórica […]
Hernán Charalambopoulos30/10/2010 15 Comentarios
769 días, 4 clásicos
Mercedes-Benz W180 220 s cabrio y 220S 4 puertas y 2 Opel Rekord Olympia 1953-54, Carrera 26 y Calle 72, Alcázares, Bogota, Colombia.
Diego Speratti21/06/2013 4 Comentarios















Don Richard
Excelente, Hernán!!!! Muy bien redactado, es un placer leeerlo. Entre nos, ganaste en el cambio. Como te he repetido y escrito infinidad de veces, ninguno de los 400 SS doblaban ( por la Uniflex trasera que zapateaba de lo lindo) o frenaban (excepto la última serie del 69, que traía frenos a disco delanteros). El Toro que compraste es mil veces mejor en esos aspectos. No vale la pena quedarse con el Chivo por la nostalgia.
Leonardo de Souza
Por lo menos queda como anecdota! Igualmente, como el destino da revancha…conseguiste lo inconseguible!
Rafael Varela
Epa! todo termina en un toro? no vas a dejar esa historia para el final no??
Javier M
Prosa excelente!
Espero que de a poco vayan apareciendo los relatos siguientes, de a poco se disfrutan más aún.
Mariana
Es Chev, qué esperabas? si al menos fuera un Falcón, hasta con los ojos cerrados lo compras. El auto bueno, es bueno siempre.
Siempre lindo leer taaaan largo post.
Alejandro Conzon
Claro, nuevas andanzas, a la hora de encontrar un clásico Porteño eran de esperarse.Lo que recuerda los buenos momentos pasados, al leer esta otra nota: http://www.retrovisiones.com/2011/02/nunca-taxi-2/
Damian_Fiat_1800
Como estan estimados??
hace tiempo que no escribia, pero entro todos los dias a ver fotos y comentarios…
les paso a contar que el dia 11/4/13 en la ciudad de Pando se realizara una exposicion de autos clasicos, cachilas, antiguos, sport etc frente a la plaza principal, es uno de los eventos que se realizaran en la semana por la conmemoracion de los 225 años de mi ciudad.
Queda invitado quien tenga un auto de las caracteristicas descriptas y en buenas conidiciones a exponerlo, sera desde la mañana hasta caer la nochecita…..tambien quedan invitados los amantes de los autos, cachilas, clasicos y antiguos y los curiosos
Ademas que habra presencia conocida por algunos ya que mi Fiat 1800 estara ahi.
saludos y
a-tracción
Ay, ay, ay, querido griego.
Yo aprendí a manejar en el Chevrolet 164 Special de mi viejo. Tantos recuerdos de los cuatro hermanitos haciendo quilombo y mi viejo, mientras manejaba, estirando el brazo para calzar ese sopapo que rara vez tenía éxito por nuestra habilidad de saber escurrirnos en diferentes direcciones gracias a la amplitud del asiento trasero. Mi hermana siempre viajaba adelante sentada entre mis viejos (asiento largo no individual) para no mezclarse con las bestias incontrolables que viajaban detrás en eterno litigio por conseguir el lado de la ventanilla.
Alguien siempre debía quedar sentado en el diome.
morgan.
Creo que lo único peor de ir a ver autos «joya, nunca tasi ni patruyero» es ir a ver deptos «amplio, luminoso, reciclado a nuevo».
Pablo Felipe Richetti
Gran relato Hernán, esperamos las siguientes entregas de la búsqueda.
Comparto las sensaciones de niño disfrutando del viaje en el asiento trasero, en mi caso de la Estanciera de mi viejo.
Abrazo
Del Moño
Impecable relato,que no hara otra cosa que repetirse tras cada busqueda,solo modificado por las variaciones de estado de «la/s joya/s» y el grado de meticulosidad de cada «buscador».
il commendatore
jajaj, excelente relato, muy vivido y ocurrente «ni siquiera generando un campo magnético con un acelerador de partículas» largue una carcajada en medio de la mañana silenciosa del laburo.
Cuanta verdad en esto y todos nos ha pasado y seguirá pasando, ir a ver un auto y llegando ya ver que es una pizza pero aprovechar que ya estamos y masoquiarse mirando en detalle lo irrecuperable y tolerar la caradurez del vendededor defendiendo lo indefendible.
SergioQ4
Excelente relato, muy apasionante!
PedroSM
Ja ja, muy buen relato! Lujo de detalle de las tipicas artimanias que utilizan los que quieren vender un auto tapando la realidad.
gallego chico
Lamentablemente de estos vendedores abundan. Los venedores viven, como dice el refrán, de comprar chanchos y vender cerdos.
Daniel.M
Y nos dejas asi? sos jodido griego eh!!, Leonardo dice que conseguiste lo inconseguible, ahora como minimo, esperamos una 380 W o una Gs 200 con 10000 km reales.
Jorge Primolini
Excelente relato Hernán.
mfproducciones
Primero y antes que nada, muy bien diez felicitado, siga asi y mandele saludo a sus padres por tan gigantezco relato. Segundo considero al folclore de ir a ver un auto , una de las cosas mas lindas que hay, la ilusion, un sin fin de preguntas, el bajon y el escuchar cosas como:- El clu del chivo me dijo que por menos de …no lo venda. Como si el clu o alguien tendria la ultima palabra. en fin en el hecho de pedir esta el hecho de otorgar, y como estamos cansados de ver, cada uno pide lo que quiere… y si no miren estos 3 ejemplos de el fascinante mundo de la venta del automotor clasico en nuestro maravillos pais:
http://auto.mercadolibre.com.ar/MLA-453195136-chevrolet-cevy-serie-2-1973-100-original-_JM
http://auto.mercadolibre.com.ar/MLA-451279194-subaru-360-coupe-ano-1962-excelente-estado-unico-_JM
http://auto.mercadolibre.com.ar/MLA-452885156-coupe-taunumatic-super17m-v4-1966-original-37500-km-reales-_JM
JaVo Br1
Sr Hernán, Ud es un grosso, sépalo.
mastergtv
Si no supiese como termina la historia estaria un poco angustiado por otro episodio similar al vivido cuando fuistes a ver la gtv.Todavia no conozco personalmente al toro,pero por tu relato debe ser una manteca!!!!
abrazo OO=V=OO
gonzalez bravo
Hernan tengo un 400 en $42.500 no se como hacer para contactarnos cualquier cosa avise no mas un abrazo!
admin
Mande las fotos nomás amigo… Mire que si no nos gusta, lo escrachamos en estas páginas, eh ?
Saludos,
Admin
cinturonga
Gran relato querido Zorba….me saco una risotada con su promulgación descriptiva al ver la máquina en cuestión y recordar a mi primo…»que poronga!»…jaja. Exquisita, descripción del momento.
Espero el capitulo de la compra en cuestión.
Un carinho glande Cintu.
Jorge Primolini
Hernán, espero verte el domingo en Francisco Alvares.