Cuando pa´Chile me voy
Tomas Lawrie - 15/04/2014La ruta que une Villa La Angostura con Osorno, Chile, atraviesa la frontera por el Paso Cardenal Samoré transitando por las altas cumbres y la densa selva valdiviana, para luego dar lugar a un camino serpenteante entre cerros, lagos y ondulantes colinas siempre verdes.
Veinticinco kilómetros antes de llegar a Osorno hay una curva más que dobla suavemente hacia la derecha, rodeando una de esas colinas. Sobre ella un galpón de madera oscura que a primera vista se confunde con tantas otras construcciones rurales de la zona. Sólo que, sobre una terraza que cubre la entrada hay estacionado ¡un Studebaker Lark amarillo! Es la puerta de acceso al santuario de Don Bernardo Eggers que alberga, entre tantas cosas más, la mayor colección de Studebaker del mundo, fuera de Estados Unidos.
Don Bernardo -junto a su mujer Ruth-, es el factótum del “Auto Museum Moncopulli”, un asombroso emprendimiento familiar sin fines de lucro. Enamorado desde siempre de los autos de su niñez, los americanos de los ’50, su preferencia por los Studebaker, sorprendentemente, no nace de los atrevidos diseños de Virgil Exner y Raymond Loewy sino de sus primeros paseos junto a su padre por la campiña osornina en un par de pick-ups de la marca –modelos ’46 y ’49-.
Inaugurado a fines de 1995 con 22 autos, el museo cuenta hoy con alrededor de 130, de los cuales 38 son Studebaker (28 en exposición y los demás en proceso de restauración “in house” o en lista de espera para próximas restauraciones). El resto constituye un popurrí de marcas, modelos y categoría de vehículos; muchos americanos de los ‘50/’60, sedanes, cupés, convertibles, pick-ups, comerciales (incluyendo el más viejito, un camión Ford T de 1920), algunas motos/motonetas/ciclomotores y hasta algún antiguo tractor agrícola.
Aparte de la gran cantidad de autos que ha ido adquiriendo Don Eggers a través de los años el plantel del museo ha ido creciendo, en buena medida, gracias a las donaciones. Es por eso que lo describí como un “santuario”. Hay una enorme cantidad de vehículos de toda laya que uno intuye llegaron al límite de su vida útil como transporte diario y cuyos propietarios los han encomendado aquí, a un lugar de descanso y a la espera de un mejor futuro. Sin restaurar, en los diversos estados de conservación en que dejaron por última vez las calles, pero todos prolijamente estacionados en galerías bajo techo, al reparo de la intemperie y con la identidad de los donantes claramente indicada.
Las “grandes marques” brillan por su ausencia y tampoco se ven deportivos exóticos; más bien son autos que usaba la gente común y corriente, esos que generan recuerdos espontáneos y cariñosos: “Mi abuelo tuvo uno igual a ese”; “A la vuelta de mi casa había uno de esos botes”; o “Mi viejo me enseñó a manejar en una chata de aquellas”.
Los ingresos fundamentales de los Eggers provienen de la actividad tambera que se desarrolla en el mismo “Fundo Moncopulli” donde se encuentra el museo; los ingresos del museo de la recaudación por venta de entradas, que por cierto tienen un costo muy razonable. Por ello ha habido momentos en que la supervivencia ha pendido de un hilo. Por fortuna, hace pocos años comenzaron a cobrar una “servidumbre de paso” de una línea de alta tensión que atraviesa sus tierras y lo devengado viene salvando a los autos.
Pero hay más. Porque Moncopulli no sólo cobija autos. Dentro de sus salones y galerías –donde siempre se puede escuchar sonando de fondo la música de Bill Haley, de Elvis o de Paul Anka- también hay otras colecciones menores e innumerables objetos de memorabilia: los libros, fotos, dibujos y juguetes del Bernardo niño (algunos Shuco y un funicular de hojalata entre otros); cámaras fotográficas, filmadoras y proyectores; radios y combinados y alguna rockola; discos de pasta; máquinas de escribir; lavarropas, máquinas de coser y otros enseres domésticos. Una especie de corte transversal de las costumbres y quehaceres del siglo pasado ilustrado con sus herramientas de todos los días. Hasta exhiben un juego de vajilla de porcelana diseñado por Loewy en una vitrina junto a un Avanti.
Separado del cuerpo principal –como para evitar los derrames de kétchup y mayonesa sobre las exhibiciones- hay una simpática cafetería donde reponer energías.
Sin duda una visita obligada para cualquier amante de los autos que ande por aquellos pagos pero con atracciones paralelas que la transforman en un fantástico paseo para toda la familia. O, como vocean los vendedores ambulantes, “¡Ideal pa’l bolsillo del caballero, la cartera de la dama o la cartuchera de los niños”!
Categorías: Bon VivantFecha: 15/04/2014
Otras notas que pueden interesarle
Brough Superior Black Alpine 1939
La marca —para algunos “drogados” por el culto a la motocicleta— trascendió a través de la rara fascinación (tan rara como él mismo) que Lawrence de Arabia sentía por sus refinados modelos. Motivado, quizá, por su estrecha amistad con George Brough, le patron. Quien vio en su momento aquella superproducción cinematográfica dedicada a la vida […]
Enrique Sanchez Ortega03/10/2014 7 Comentarios
Gloria de los setenta
¿Hace falta comentar estas fotos? Un fiel lector de RETROVISIONES las quiso compartir con nosotros. Es el regalo de Navidad que se hizo junto al hermano, y por lo que vemos, se habrán portado más que bien durante el 2009 para que Papá Noel aparezca con semejante aparato en el trineo… Según cuenta uno de los hermanos, este magnífico Lotus Elite estuvo diez años parado […]
Lectores RETROVISIONES21/04/2010 8 Comentarios
Con ustedes, mi clásico
Desde quien sabe donde, nuestro amigo lector Pascual Montagna nos envía fotos de su mascota, un De Carlo 700 del año 1960 del que no se explaya acerca de su paradero, historia, y recuperación del mismo. Como verán amigos, la vagancia endémica del mes de enero, afecta a autores, y lectores. En otro momento hubiéramos […]
Lectores RETROVISIONES21/01/2011 24 Comentarios
La hija del fletero
Entre la inmensa manada de ignotas bestias mecánicas de tres patas que desde tiempos ancestrales pueblan el imperio de Hijo del Cielo, seguimos descubriendo aterradores objetos que de sólo verlos acercarse comienza uno a disparar hacia el primer rincón seguro que encuentra. Esta versión «Full-Full» del triciclo del que no sabemos la marca, viene con caja volcadora […]
Hernán Charalambopoulos26/09/2010 5 Comentarios
Esa costilla llamada Sport Nacional
Traición. Sí, eso era lo que sentía Luis: traición. Y lo peor de todo es que se estaba traicionando a sí mismo. La idea iba y venía en un derrotero loco de racionalizaciones, pero Luis no lograba explicarse cómo luego de tantos años de buen gusto y expertise automovilístico había caído en las garras de […]
Valeria Beruto29/10/2009 2 Comentarios
Homenaje a nuestro Libertador
Estatua de José de San Martín en Londres. Ubicada en Belgrave Square cerca de Harrod’s. En la misma plaza se encuentra la estatua de Simón Bolívar.
Gabriel de Meurville17/08/2013 30 Comentarios
Cartel de miércoles #98
Discípulos del profesor Cinturonga hay en todos lados. La penetración cultural llegó también a la hipocondríaca ciudad de Dolores, en el departamento de Soriano, Uruguay. En una de las esquinas de la plaza principal y frente a la puerta del Colegio San Salvador está la parada con su cartel bien erguido. Y no es todo. […]
Diego Speratti31/03/2015 3 Comentarios
197 días, 2 clásicos
Ford 2 puertas 1957 y Plymouth 4 puertas 1946-48, Pitágoras y La Morena, colonia Narvarte, D.F., México.
Diego Speratti06/01/2011 2 Comentarios
Querida, te compré la tostadora….
Solo para mentes obtusas… Gorro bandera, vincha y…Tostadora. Adorable, aunque un poco demasiado.
Hernán Charalambopoulos23/08/2013 2 Comentarios
352 días, 352 clásicos
Garnufla Sport, autopista, Inglaterra, desde 275 GTB/4.
Cristián Bertschi10/06/2011 54 Comentarios
Año nuevo, vida nueva
En los brindis de fin de año de sus propietarios y restauradores no faltarán pensamientos sobre ellos y el deseo de verlos por fin rodando por las calles y las rutas argentinas en el 2010. ¡Nosotros también alzaremos copas! Y ya que estamos, nos beberemos bien bebidos… Con la guía espiritual de Alvaro López Fontana, […]
Diego Speratti30/12/2009 3 Comentarios
El pueblo de los Citroën
El Partido de Luján aún conserva algunos pueblos rurales realmente encantadores, donde se respira el aire de altri tempi por las estaciones de tren que se mantienen inalteradas, las buenas casas de campo en sus pocas calles, el ritmo de sus pobladores, y también porque muchas veces su parque automotor es un museo rodante. Uno […]
Diego Speratti23/09/2009 2 Comentarios
Ballena varada en San Cristóbal
Siguiendo con la caja de Pandora que resultó ser la calle Sarandí, en el barrio de San Cristóbal, ayer paseando por la misma cuadra en la que una vez me topé con una IES Gringa y con el simpático carro fúnebre de la semana pasada, vi que asomaba desde un taller la trompa naranja de […]
Hernán Charalambopoulos09/03/2010 3 Comentarios
17 days, 17 classics
Algún Alvis, en algún lugar de Londres. Año 2009
Raúl Cosulich09/07/2010 1 Comentario
Hoy llega el prócer
Ocurre pocas veces, y cuando ocurre, es para celebrarlo. Es la llegada de Valentino Balboni, legendario piloto de pruebas de Lamborghini, quien gracias a la gente del Club Alfa Romeo, participará como invitado especial en el “Raduno italiano” que tendrá lugar el sábado 24 de marzo en el Sofitel de Cardales. Formará equipo junto a […]
Staff RETROVISIONES22/03/2012 8 Comentarios





![YR0J8898 [800x600]](https://www.retrovisiones.com/wp-content/uploads/2014/03/YR0J8898-800x600.jpg)











gallego chico
Que es eso parecido a un Rastrojero que está en la última foto al lado de un Unimog?
Kuve
Muy linda coleccion, pero demasiado auto americano.
Pablo Felipe Richetti
Pasé dos veces por la puerta pero en ambas ocasiones no pude visitarlo, la próxima vez que demos una vuelta por la zona, bien vale la pena hacerse una escapada.
Gracias Tomas por la detallada descripción; en las fotos se ve todo muy prolijo.
DBU
Oiga Kuve, una colección de Studebakers probablemente tenga preponderancia americana, no le parece? Antes el Raduno y ahora esto. Tarjeta amarilla!
Agrego a la gran descripción de Tomás que Bernardo es además fan de Everton, lo que le suma puntos… (Puntos que nos hacen falta para salvarnos del descenso, jejeje).
Gran iniciativa. Ojalá más compatriotas se motiven.
Eirwal
Para «gallego chico» (y cualquier otro que le pique la curiosidad), se trata de un Austin Champ, bicho bastante curioso, especialmente en lo que se refiere a su transmisión (sin marcha atrás o mejor dicho con todos las velocidades disponibles en retroceso). Nació como vehículo militar.
Kuve
No me peguen soy Giordano! La coleccion se ve muy buena y completa, pero de autos americanos, creo que le faltaria algunos autos europeos a mi gusto.
Con respecto al raduno creo que varios integrantes del club alfa malinterpretaron mi comentario, yo culpe a la lluvia y muchos entendieron que a la organizacion.