Cocina y autos de autor
Diego Speratti - 11/06/2010No se si fueron los vehículos o un penetrante aroma a pomarola lo que me depositó frente a la campana que sirve de llamador en una casa de pueblo en Capilla del Señor.
En rigor a la verdad caminaba por allí porque quería constatar que un Citroën 3 CV y su nido, ya mostrados en RETROVISIONES (click aquí), siguieran allí. Pero la marcha se detuvo en la casa anterior, la de los fierros curiosos y los olores de tomates, cebollas y ajíes revolviéndose en un sartén.
Al encuentro salió un señor simpáticamente vestido con un delantal manchado de grasa. En ese retazo de tela estaba la clave de sus dos oficios. Se presenta como Heriberto Holmgren y se declara tan buen cocinero como constructor, de curiosidades mecánicas y de casas.
Unos pasos y estamos ya en el parque de su morada y mientras no pierde la atención de lo que está preparando para el almuerzo entrando una y otra vez a la cocina, empieza a contarme en porciones la historia de un curioso vehículo muy pequeño, abierto, tipo roadster y con capacidad para dos personas, que vive allí.
“Este auto lo construí cuando vivía en Bernal, alrededor del año 1971. Lo hice para regalárselo a mi padre, para que se moviera junto a mi madre, para hacer las compras por la zona donde vivían, en Derqui. La única condición para terminarlo y entregárselo fue que dejara de fumar y a pesar de que había intentado con varios métodos para abandonar el tabaco, sólo funcionó este. Empezó a usar el auto y nunca más fumó. Lo usó hasta que se murió de viejo”, relata a un tris de emocionarse este descendiente de escandinavos.
Heriberto se mudó a Capilla del Señor en 1990 y en todos estos años no ha dejado de usar el vehículo para cualquier mandado, por lo que dice que en el pueblo todos lo conocen. Empujamos el carrito fuera del cobertizo y no resiste la tentación de ponerlo en marcha. Como está bajo de batería, una certera vuelta de manija y el motor Villa inicia su marcha altiva.
Momento propicio para hablar de la parte técnica de su creación: “este motor tiene 8 HP, por lo que el autito no desarrolla demasiada velocidad, entonces sólo le puse frenos de campana en el eje posterior. La caja es una Ford de cuatro velocidades, tres hacia adelante y la marcha atrás, y el diferencial es de un triciclo italiano de carga de tres ruedas, más grande que una Siambretta. El eje delantero lo hice yo y las ruedas son de 10 pulgadas, de un auto alemán de tres ruedas”, resume.
La carrocería tiene algunas soluciones con firma de autor. Por ejemplo la cola tiene la apertura como un baúl convencional y no como un asiento de suegra. “Así pueden viajar dos personas mirando para atrás, pero sobre todo es más fácil poder cargarle cosa”, justifica con su razón. Hay ornamentos en la trompa, como el aro de timbre que rodea al agujero para la manija de arranque o el escudo esmaltado del ACA. Las manijas de la puerta fueron coronadas en tiempos más recientes por monedas de diez centavos para darles más volumen. Otro detalle estético son las tasas de Fiat (el volante es de la misma procedencia) que visten las pequeñas ruedas, y la colocación del repuesto sobre el lateral derecho.
A esa altura Heriberto me confiesa que no le abre la puerta de su casa a nadie, pero que le caí particularmente simpático, lo que dice me da derecho a darme una vuelta en su auto en una próxima visita a Capilla y aprovecho para preguntarle por otro de los vehículos que allí habitan.
La salsa está apunto de pasarse y yo quiero dejar almorzar al buen hombre tranquilo, pero en el camino de salida se interpone otra curiosidad, un Rastrojero de los primeros años, también decorado por una carrocería artesanal, aunque Heriberto no se adjudica su autoría. El la compró así hace varias décadas y la tiene en perfecto estado de uso.
Es una station wagon muy cincuentera en su estética, con una superficie vidriada reducida en altura, acceso por puertas delanteras suicidas y salida de emergencia por un portón trasero que se abre en mitades horizontales. La personalidad está en los guradabarros, los traseros terminan en unas suaves colitas con luces redondas y los delanteros recuerdan a los de vehículos de carga de Chevrolet de mediados de aquella década.
Hago unas fotos de salida, agradezco el recibimiento, me despido y me voy caminado despacito, con la esperanza de volver sobre mis pasos si Heriberto me chista para que lo acompañe en el almuerzo que está por servir. Nada de eso sucede; otros aromas de campo enseguida me envuelven y no puedo dejar de alegrarme pensando en que la próxima visita será con paseo y almuerzo, con auto y cocina de autor.
Categorías: En cada esquinaFecha: 11/06/2010
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BMW-Isetta
Espectacular el «microauto» !!!!! Digno de un encuentro del CASYM…
Habría que ver de qué rodado son las llantas, si son 8 es posible que sean de Messerschmitt (único microauto de tres ruedas que circuló por estos pagos que yo sepa), si son 10 ya puede ser de Isetta, Heinkel ó Isard Goggomobil 300 ó 400 pero no son de tres ruedas.
El Rastrojero parece una carrocería de Mercedes 170 «Hormiga Negra» con la trompa adaptada. Por el estilo del frente, sería como el equivalente al «Topolino C» de las «Merceditas», jaja !!!!
Saludos, Ernesto M. Parodi.
DanielC
Un divino Don Heriberto, el cochecito es un chiche. La última foto con los perros durmiendo es una postal argentina. Excelente.
Mariana
Que hermosos cachorritos!!! q bellas criaturas, hermoso lugar–
Limmda nota!
Eirwal
Concuerdo con Ud., Don BMW-Isetta, guarda gran semejanza con alguna de las diversas variantes de carrozados locales que se hicieron sobre los chassis de MB 170-SD. Además de la forma de la puerta y la posición de las bisagras y manija, se observa esa característica moldura «media caña» que marca la línea de cintura. La nota discordante la da el ventilete -que creo que los 170 nunca tuvieron- pero esto puede ser una de las tantas modificaciones posteriores, al igual que el estiramiento de los guardabarros traseros para alojar esos farolitos «after-market». De las fotos deduzco que tiene una segunda puerta lateral derecha. Tras una rápida búsqueda en Internet encontré un ejemplar muy parecido (líneas generales, tres puertas, buche para rueda de auxilio, etc.) al que se puede acceder a través del siguiente vínculo:
http://images.google.com/imgres?imgurl=http://images01.olx.com.ar/ui/1/38/27/7143127_2.jpg&imgrefurl=http://guaymallen.olx.com.ar/mercedes-benz-170-sd-de-lujo-ano-1955-iid-7143127&usg=__SHd9BMj2vE-mtM5ftAy1OO1HpyQ=&h=434&w=625&sz=61&hl=es&start=228&itbs=1&tbnid=2rcbhtcPQtlV5M:&tbnh=94&tbnw=136&prev=/images%3Fq%3Dmercedes%2Bbenz%2B170%26start%3D220%26hl%3Des%26client%3Dsearchalot-dir%26sa%3DN%26ndsp%3D20%26tbs%3Disch:1
Tete
Estaba esperando el momento en el relato donde Heriberto te invitaba a comer !!
Franco Alvigini
El Rastrjero no es un Rastrojero, sino un «Jefe», que era un Chasis IME de Rastrojero carrozado por Casa Fehling, una raresa que merece ser rescatada