De la Guerra Fría a estrellas de cine
Mariano Speratti - 01/12/2010Quizá la vio, pero es más bien probable que ni haya oído hablar de ella. Habrá sido el nombre, difícil para la memoria: «Lemony Snicket: una serie de eventos desafortunados». Y sí, no es «ET», «Tiburón», «Los caballeros las prefieren rubias»; es decir, no tiene un nombre-slogan, de esos que se prenden como abrojos de plomo en la parte de adentro del cráneo.
¿De qué va, más o menos, esta película del 2004? Los hermanitos Violet, Klaus y Sunny Baudelaire quedan huérfanos tras un misterioso incendio que se llevó casi toda la casa familiar y la totalidad de sus padres. Los huérfanos, sin claro destino y con una fortuna a cuestas, van a parar a casa del conde Olaf, un codicioso personajete que quiere ser el tutor de los niños, en principio sólo para amasijarlos y heredar la fortuna.
Los niños pasarán de mano en mano tras un adulto responsable más idóneo que Olaf, quien mata de maneras crueles y maquiavélicas a los candidatos naturales a tutores. Será, así, capaz de fraguar unos terribles finales para los niños o su propio casamiento con la púber Violet… un jodido, qué quiere que le diga.
Jim Carrey hace de malo malísimo y está en su salsa, porque el conde es un actor frustrado que se la pasa sobreactuando su maldad en la vida real, e incluso se hace pasar por otros personajes salidos de su maléfica cabecita, todo para llevar adelante su ansia de autosuperación… económica.
Todo transcurre en paisajes como sepiados, oscuros, con mucho de paisaje gótico, en un tiempo que mezcla el siglo XIX con los años 30. Podría haberla hecho Tim Burton, pero la hizo con oficio Brad Silberling. Es para chicos pero no.
Y entre todas las subtramas del barroquismo anacrónico de Lemony Snicket, se cruzan los autos. En este caso, versiones oscuras del Tatra y una limo Imperial Crown. Y encajan tan bien en la película que se puede pensar que son vehículos inventados a partir de algún modelo real, pero no, son los originales nomás.
Damas y caballeros, debajo mío, con ustedes, el Tatra 603:
Soy checo de nacimiento. De la República Checa, quiero decir. Porque coche siempre fui y seré, aunque no me faltan alcurnia ni historia: me diseñaron originalmente como limusina para altos oficiales del Partido Comunista, los veri ímportan pípol, unos nenes “muy” que vienen a ser como los más capos de todos. Soy del 55, y fui un secreto durante el tiempo en que Checoslovaquia sólo importaba autos de lujo desde la URSS, pero gracias a que siguieron desarrollándome a escondidas, y a que el gobierno checo se cansó de las demoras y la mala calidad de lo que recibirían de la Unión Soviética, pude ver la luz.
Tatra 603-2, modelo 71. Lo conduce el Sr. Poe, el encargado de administrar la fortuna Baudelaire hasta la mayoría de edad de los huérfanos. Habrá que decir, para fastidio de los lectores, que el auto fue cortado por la mitad para poder filmar escenas de interior en el auto.
El otro coche-actor es una limousine Imperial Crown de 1960, cortada también para su corta aparición en la película (muy pronto hordas de lectores de Retrovisionistas estarían a punto de incendiar los estudios de Hollywood). Dejemos que ella misma se presente:
Soy de la Imperial, una división de autos lujosos de la Chrysler. No es esta mi primera aparición en la pantalla grande; ya había tenido un bolo en Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Acá me tocó el papel de malo. Soy el lúgubre vehículo del tenebroso conde Olaf. La parte que más miedo me dio filmar fue la escena del tren en que los niños Baudelaire quedan atrapados adentro mío y yo estoy parado sobre las vías de un paso a nivel mientras se acerca un tren a toda velocidad. Y yo que pensaba que era Olaf el malvado, si hubiera sabido que iba a terminar toda cortada por los técnicos de la película…
Menciónese asimismo la brevísima aparición en el fondo de una Renault Estafette, y alguna que otra furtiva participación que sabrán hallar quienes se sumerjan en el oscuro y tragicómico mundo de «Lemony Snicket, una serie de eventos desafortunados».
Fuente: Internet Movie Cars Database, interesante sitio para cinéfilos fierreros que quieran tener detalle de los autos que se usaron en las películas, www.imcdb.org.
Categorías: AutomobiliaFecha: 01/12/2010
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Hernán Charalambopoulos
Grande Mariano !!! Impecable visión de la cosa…Tremendo el Tatra ! Gracias.
VIVIANA01
ahora me dieron ganas de ver la peli!!!! así q hoy la veo!!!!! Buenísima redacción!!!
Mariana
Linda nota! Linda historia! lindos autoss!
mondeoV6
la peli esta mas o menos pero el tatra esta espectacular!!y es digno de una pelicula tan rara como esta.fue una gran sorpresa cuando la mire
PD:espero q quieran filmar una pelicula adentro del director…asi lo cortan al medio como al 603!!yankis tenian q ser!!!