Coca-Col de Turini
Gringo Viejo - 19/06/201510 de junio. Las cosas están extrañamente calmas. Me escapo en puntas de pie del trabajo y llego a casa con el objetivo de convencer a los infieles de rumbear hacia el oeste para Le Mans, que calculo me tomaría unas cuatro horas de ruta. Cualquier familia sensata pensaría que es un buen plan, ¿no?
Embarcamos en la X-onga pero los planes no salen como los esperaba. Mis pocas neuronas tratan de pergeñar un plan B. Arrancamos para el sur. Puedo todavía salvar la ropa y realizar un sueño de más de cuarenta años. Me inspira una cita de Saint-Exupéry: «antes de mostrarle los planos y negociar el salario con los carpinteros que construirán tu barco, háblales de mares lejanos y de playas hermosas».
Les empiezo a hablar del Parque Nacional del Mercantour, de la belleza de los Alpes marítimos, de cómo se aprecia mejor desde arriba el color azul del mar «azzurro». Hasta menciono el Col de Turini y nadie siquiera pregunta qué es. ¡Sacrílegos!
En fin, enrosco la víbora lo suficiente como para pasar un día alejados de la playa y explorar por ahí arriba. ¡El tour de X-onga! 5 pasajeros, transmisión continuamente variable (nada de rebajes, doble embrague ni punta ni tacos), 110 raquíticos caballos de combustión interna ciclo Atkinson más 40 kW de un motor eléctrico que, como el pinche limpiaparabrisas, arranca cuando él decide.
La única «ventaja» son los frenos reostáticos infatigables. Como decía Sean Connery: «Voy a un tiroteo armado con un cuchillo». No importa. Cuando veo el primer cartel de ruta que dice «Col de Turini 27 km» es como si, finalmente, después de tantas poluciones adolescentes, la Coca Sarli comenzara a desprenderse su generoso escote para mi sólo. Con la diferencia que las piedras no envejecen.
El camino no tiene desperdicio. Nunca más de 70 metros entre una curva cerradísima y la próxima. Cero tráfico. Veo con envidia huellas frescas de goma blanda quemada por la fricción sobre el pavimento añejo, abriéndose hacia el borde de la barranca, despareciendo luego en la zambullida hacia la cuerda. El «guarda rail» es un cordón de bloques de granito de 30 cm de altura. En el poco probable caso que yo me animara a intentar la trayectoria de estos HDMPs que se divirtieron como chanchos dejando esas huellas, el techo de mi X-onga nipona rozaría el muro de roca en extraplomo que cubre casi la mitad del camino como un alero.
Entre curva y curva les empiezo a contar a mis desconfiados pasajeros, de noches mágicas, de Saab, Mini, Porsche y «de-eses». De lo difícil que sería con nieve manejando ese Mustang 64 blanco. De las paladas de nieve que le tiraron a Ragnotti y de cómo Jeannot se partió, bajó, se cagó a piñas con los tifosi y siguió su camino.
El pez por la boca muere. Mi hijo me dice: «Viejo, vos nos trajiste acá por eso, no por la naturaleza, ¿no?». Confieso que sí y me perdonan. Mejor aún: están embelesados. No por mi cháchara senil. Porque el lugar es mágico. Luego de media hora la ruta se ensancha de golpe y se hace plana por unos 300 m. Llegué al lugar que soñé por 5 décadas. La Coca está ahí, delante mío, terminando su estrip tis e hirviente de lujuria me pregunta: ¿Qué pretende usted de mí?
Yo en realidad sólo pretendo una birra pues entre pensar en la Coca y la altitud se me ha secado la garganta. Justo ahí, dos McLaren color gris oscuro nos pasan con un zumbido infernal. No los había visto venir. Probablemente hayan empezado a trepar desde el pueblito de Sospel 29 minutos después que yo y en media hora me los descontaron. Rebajan dos cambios, frenan en el cruce delante de la hostería, conferencian unos segundos por la ventanilla y se mandan hacia la derecha por la bajada hacia Niza y Mónaco.
Nosotros paramos en la hostería del Col. Encaro hacia las fotos autografiadas en la pared y descubro que a partir del Col de Turini se puede subir hasta los 2.000 y pico de metros por un camino de mano única que hace un círculo y regresa al Col. Un pastor con un montón de hijos y con facha de Georges Moustaki vigila desde una carpa unas 100 ovejas. Ahora con la altitud y la birra casi todas las ovejas me parecen sexies y me recuerdan a la Coca. Eso casi me hace olvidar que hice bosta una llanta y tengo un tetón en la rueda. El pastor nos ve acercarnos y nos grita: «¡¡Ta voiture fait pas de bruit!!» La X-onga, con tantas frenadas, ha cargado al mango la batería y ha decidido pasar a la tracción pata e’bolsa. No hay forma de razonar con ella: se va a hacer los próximos dos km hacia Mónaco en full electric a menos que uno pueda convencerla de pasar de 80 km/h. Ya he visto lo que queria. Que se entienda otro con la japonesa.
Calmada mi sed, me siento magnánimo. Le doy el volante al novio de mi hija. Imitando la voz cigarrosa de Robert Mitchum en la escena final de «El día más largo del siglo» le digo: «take me up the hill, son» … Y me duermo soñando con la Coca.
Fecha: 19/06/2015
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Genial descripción, la del viaje y la de la Xonga.
Qui-Milano
excelente y vivida descripciòn… !!!!
la misma que siempre les hice a «moglie e figli», vamos a ver hermosos paisajes, lugares historicos, bla bla bla, para caer en algun museito o circuito olvidado o fabrica arrumbada…. ya no me creen màs y por eso voy solo como un cactus.
Noto que en la «wall of fame» de la hosteria hay muy pocos autos italianos y pilotos menos aùn …. se ve que a los franceses todavia les queman las cepilladas «dei cugini di oltralpe» desde la Fulvietta del Drago del ’72 para adelante…
Fede44
Excelente Gringo Viejo, los lugares, el relato y las sensaciones de manejar un hibrido.
Lo que queda claro es que no puede dejar de mencionar a su X-onga cada dos por tres. Es un punto a favor para los hibridos. Aunque no fue a Le Mans, estuvo en sintonia sin dudas.
O simplemente carne de divan.
Saludos,
morgan.
Gringo, me hizo ca..r de la risa…..lo veo a Ud. haciéndose el pistero con la Xonga hibrida…..Ud doblando inclinando la cabeza, sosteniéndose con las cachas del asiento, agarrando la palanca de cambios preparado para pasar de D a S……y todos los demás diciendo «viejo deja de hacer boludeces que nos estamos mareando». Todo esto a, como dice un ex amigo, a 12 amperes. Brindo por UD!! y por todos los superpilotos de autos familiares.
PD1: Sé de uno que revoleo a sus hijos con un Picasso Hdi en la entrada de la pana
PD2: Sé de otro que le puso una GOPRO a un Fit 1.4 CVT para cruzar el camino de las Altas Cumbres y del Observatorio haciéndose el Vatanen en Pikes Peak.
Lucasg
Don GV, es usted un héroe.
Esa foto del ’64 con la firma de don Patricio casi me hace moquear de la emoción.
Felicidades por disfrutar ese lugar increíble, y por su relato marvilloso.
Penetrit
Don GV, eso es un paseo que vale la pena, no afloje que ya se van a acostumbrar. Lo que si, no me imagino justamente a ud. lidiando con la e-xoronga esa. No se siente como en el Italpark tratando de alinear los contactos con los rieles para que retome tracción y lo aplaste contra el respaldo, esto pasaba siempre a la salida de las curvas. Pendex abstenerse. Mejor gasta unos euros en nassta. El relato (con perdón de la palabra) no tiene deperdicio.
Atte,
Güilbeis
10w30
Respuestas (y preguntas) para todos en orden de aparición :
Caro Juse: Como no les iba a contar. En mi pueblo dicen que gozar y no contar es como no haber gozado. Bueno, no somos tan refinados como para usar la palabra «gozar» pero algún sinónimo como te imaginarás…
Don Qui – Milano : puede usted esclarecer si es Col DE TURINI O Col DU Turini. Los carteles de ruta no se ponen de acuerdo.
Respecto a la falta de fotos de los primos Transalpinos, los Franceses tienen muy buena onda con ellos cómo usted bien sabrá. Lo que ocurrió es que se me calentaban la birra y la familia al mismo tiempo y me quedaron varios m2 de pared sin fotografiar. Me he prometido volver con un auto, utilitario como yo, pero que tenga al menos una palanca de cambios. Le avisaré a todos y por ahí nos juntamos para un Pastis.
Fede : le dio en el clavo. Carne de diván y no sólo por el amor y odio por la Xonga japonesa. Lo de la Coca es obsesivo y no tiene remedio.
10w30
Morgan : muy realista su película. Todo bien con la inclinación de la cabeza y la mordida de cachas. Ahora, cuando llega a «la palanca» se desbarranca de lo documental. No hay tal palanca. Sólo un pinche adminiculo del tamaño de una salchichita de cocktail y tan fácil de encontrar cómo el punto G. Sólo tiene tres posiciones D y R más B, una cosa llamada freno -motor que sería un rebaje contra natura. Mire que no tiene ni punto muerto. El punto muerto es otro botón perdido en el tablero. Más vale hubieran puesto todo en la perilla de la radio.
Y, si, todos tenemos los amigos que nos merecemos pero. Poner un Go Pro en el tablero ??? Ese es mi límite cómo diría Lilita. Si voy a hacer una cagada con el auto no quiero que exista ninguna prueba documental más allá de lo que comparta con mis amigos de RTV
10w30
Lucas G: Gracias por lo de Héroe. Mi familia no comparte. La primer experiencia con el Col de /du Turini fue casi orgasmica aún con mi modesta monta. Pero me he prometido repetirla a lo mejor algunos amigos de RTV se suman. Como dijo Douglas Mc Arthur «Volveré y seremos millones».
Don Güilbeis: Gracias por no imaginarme manejando tal X-onga. Es triste pero es verdad. Mis hijos dicen que es auto de maestra de america del norte cincuentona de precedencias sexuales no definidas. Es peor que lo del italpark pues trataron de hacerlo «inteligente» y lo único que lograron es que los limpiaparabrisas se pongan en marcha sin previo aviso. No hacía falta tanta inteligencia para hacer un utilitario. Menos gracia me hace a mí que he tratado siempre, sin éxito, de trabajar con gente menos inteligente que yo, jugar al poker con gente menos inteligente que yo, etc.,etc.
Un abrazo.
GV
Qui-Milano
Don GV, obviamente es Col DE Turini..
Acepto con placer….yo pongo el auto con la palanca como Dios manda (y gomas nuevas), ud el Pastis…
Saluti
10w30
Preferencias, quise decir.
GV