Gonzo gana el Grand Prix inglés
Lao Iacona - 16/12/2014José Froilán González, figura en la emblemática F1 de los años cincuenta, no llegó a campeón, pero fue artífice de grandes proezas: fue el primer piloto en ganar un Grand Prix para la casa Ferrari; el primero en derrotar a las míticas Alfetta, y años más tarde, se dio el gusto de ganarle a su amigo y rival, Juan Manuel Fangio, que corría para el equipo Mercedes-Benz. Su figura y la de Ferrari, son inseparables.
Algunos recuerdos:
El Campeonato del Mundo de F1 había comenzado oficialmente en el año 1950, cuando Nino Farina se quedaba con el título al mando de una Alfetta 158. Desde aquel entonces y hasta fines de esa década, varios argentinos fueron animadores ilustres del gran circo. En 1954 cinco compatriotas integraban el lote de pilotos de la categoría:
Juan Manuel Fangio, campeón con Alfa Romeo en 1951, era piloto uno de Mercedes-Benz. El arrecifeño José Froilán González era el niño mimado de Ferrari, y daría batalla ese año hasta consagrarse subcampeón del mundo de la especialidad. Onofre Pinocho Marimón, pupilo del Chueco, era piloto Maserati junto a Roberto Bitito Mieres y, finalmente, un jovencísimo Clemar Bucci era ocasional participante con autos de Amadeé Gordini. Sic transit gloria mundi.
Silverstone, el aeródromo de la velocidad
El Royal Automobile Club de Inglaterra, tras la guerra, había habilitado el viejo aeródromo de Silverstone para la organización de carreras. En 1948 Luigi Villoresi triunfaba en la primera prueba disputada en ese lugar con una Maserati. Para 1952, y cuando Silverstone se había transformado en un verdadero autódromo, la organización paso a manos del British Racing Drivers Club.
El 17 de julio de 1954 se disputaría una nueva fecha de la F1, que resultaría a la postre especial para los argentinos. Serían 90 vueltas a todo o nada, y para variar, si bien no llovía, el cielo inglés estaba amenazante como de costumbre.
Mercedes-Benz volvía a la F1 tras su exitoso paso por las carreras de automóviles en la preguerra (1934–1939), y lo hacía con un equipo compacto, hiper organizado y con un piloto de primera línea: Juan Manuel Fangio. El debut del equipo se produjo en el Grand Prix francés de 1954, en Reims, y Fangio y Kling literalmente mataron. En ese Grand Prix de Reims, sólo seis autos cruzaron la bandera de cuadros, ya que la mayoría, intentando seguir a las flecha de plata volaron sus motores. Pero hubo alguien que había dado lucha y jaqueado en el algún momento a los autos teutones: José Froilán González con su Ferrari.
Dulce revancha
Conocido o apodado por los ingleses como Gonzo, El toro de las pampas o El puma, José Froilán González había cautivado a los británicos tras su victoria en este Grand Prix, cuando en 1951 al mando de una Ferrari 375 derrotaba al equipo oficial Alfa Romeo, invicto hasta aquel entonces.
Froilán fue uno de esos pilotos que aparecen muy cada tanto, que aún manejando para la tribuna – por su estilo de manejo – era capaz de estar entreverado en la punta y pelear un campeonato.
El Grand Prix de Inglaterra de 1954 se había transformado en una especie de posibilidad de revancha para el arrecifeño, de aquella carrera en Reims.
En las primeras prácticas y con piso húmedo, Mike Hawthorn y su Ferrari eran los más rápidos. Luego Froilán tomo la posta y se quedó con el mejor registro. Pero como de costumbre y faltando escasos momentos para concluir la clasifica, el Chueco montó en su Mercedes con el mínimo de combustible, aceleró y bajó todos los tiempos, estableciendo un nuevo récord de la pista. Quienes vieron la vuelta, dicen, contrajeron la respiración por segundos…
Cartel de un minuto
La grilla tenía dos argentinos en primera fila, Fangio con el mejor registro, González con el segundo, y luego dos ingleses que se habían prácticamente batido a duelo: Mike Hawthorn con Ferrari, y el joven Stirling Moss, con una verde Maserati 250F. En la segunda Roy Salvadori (Maserati), Karl Kling (Mercedes) y Jean Behra (Gordini) apostaban a hacer una buena largada. Hacia el fondo había otros tres argentinos más. En la cuarta fila, Clemar Bucci aceleraba su Gordini, en la octava Pinocho Marimón sabía que debía hacer una carrera tranquila e ir para delante de a poco, ya que su auto no había rendido en la clasificación, caso idéntico al de su compañero Mieres.
Cuando se bajó el cartel de un minuto, y tras la explosiva aceleración del pelotón, los autos salieron en busca de Copse Corner. Al pasar por esta curva la multitud se paró y vivó al primero: Froilán con la Ferrari ya era dueño de la punta, lo seguían Moss, Hawthorn y Fangio. Cuando los autos llegaron a Woodcote Corner para cumplir la primera vuelta, la Ferrari de González entró negociando la curva como un rayo, pasando por los boxes en primer lugar, el que ya no abandonaría por noventa largas vueltas en las que hubo de todo.
Hawthorn era segundo, Fangio tercero y Moss cuarto. Hawthorn pasó a Fangio y durante unas vueltas las posiciones quedaron con González en punta, Hawthorn segundo y Fangio tercero. Moss cerraba el cuarteto. Hawthorn y Fangio alternaron posiciones hasta que el Chueco se fue de pista en dos ocasiones, y ambos ingleses le adelantaron. Luchando como de costumbre Fangio volvió a pasar a ambos, y en la vuelta quince, y con un cielo amenazante, Froilán hizo una increíble vuelta en 1m 50s, que inmediatamente el Chueco igualó.
Llueve o truene
Cuando finalmente el agua bajo del cielo Froilán no se amilanó, y Fangio comenzó a sufrir el spray de la Ferrari de Pepe, lo que derivó en una marcha más cautelosa.
En la vuelta 30 González le llevaba a Fangio cinco segundos, Moss era tercero y Hawthorn cuarto. Para ese entonces el Chueco se enteró que no tenía tercera marcha, y que la carrera sería distinta a partir de ese entonces. El duelo entre británicos era ganado por Moss, ya que el motor de la Ferrari de Hawthorn perdía rendimiento y se retrasaba.
En la vuelta 55 Stirling Moss y su verde Maserati superan al Mercedes de Fangio, quien vueltas más tarde también sería superado por la Ferrari de Hawthorn. Pero en la punta, una roja Ferrari alargaba las distancias, con piso seco o mojado, Froilan ese día era imbatible…
En la vuelta setenta González aventajaba a Moss por 18 segundos. Fangio a pesar de no tener tercera marcha, de haberse ido de pista en dos ocasiones por falta de visibilidad, de haber chocado con algunos pequeños tambores de seguridad que habían dañado su auto, y ahora con gases de escape dentro del cockpit, aun daba batalla.
Tras noventa agotadoras vueltas, la bandera a cuadros finalmente cayó sobre Froilán y la Ferrari, en la mítica estampa que ilustra esta nota. El arrecifeño confirmaba sus dotes de piloto, y erigía aún más esa figura que hoy tiene un destacado lugar en la historia del deporte motor. En aquel Grand Prix británico, la bandera argentina volvía a flamear primera, pero más primera que nunca, ya que Marimón era tercero, Fangio cuarto y Mieres sexto.
Categorías: CrónicasFecha: 16/12/2014
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Qui-Milano
1954 fue el mejor año del automobilismo argentino sin ninguna duda….
En este video de la Pathe ( bastante british oriented) se nota el porque a fangio no le gustaban las Mercedes carenadas, ya que, según el, no le dejaban ver bien donde poner las ruedas delanteras….
http://youtu.be/tXumQP_rzqM
DBU
Stirling Moss, en la serie grand prix legends, dijo precisamente lo mismo respecto a Fangio para explicar por qué le ganaba en los sport pero no tenía cómo darle en los monopostos..
Javier M
Excepcional nota!
La foto de los zapatos lustrados… pregunta de ignorante: corrían con ellos?
Qui-Milano
Javier M:
si, en aquella epoca, cada uno corrìa con lo que quierìa…. algunos con un mameluco, pantalòn y remera (como Gonzalez Fangio o Ascari)y calzàban lo que mas còmodo le andaba.
Fantàsticas son las imagines de Hawthorn corriendo con traje de tweed, camisa y monito…
Javier M
Qui Milano: Si hubiera sido en otro tiempo la foto tenía abajo un letrero «Grimoldi, la marca del medio punto», publicidad y pico!
Admirable Don Gonzalez.
Qui-Milano
Sin ir más lejos, algún tipo rápido para los mandados, ahora esta haciendo una línea de moda Sport que se llama Suixtil, que era la marca de las remeras o los mamelucos que usaban Fangio, González o Gálvez …
Javier M
Jajaja…
Eirwal
En sus comienzos John Michael «Mike» Hawthorn corría con una corbata clásica. Como ésta solía soltarse con el viento y aletearle en la cara decidió cambiar por un moñito. La costumbre llevó a que los franceses lo bautizaran como «Le Papillon» (La Mariposa). Fue un típico exponente del «gentleman driver».